"no me preocupa el texto, me inquieta la imagen. en "el paseante sobre el mar de niebla" caspar david friedrich consigue sintetizar, quizá sin pretenderlo, el espíritu del romanticismo frente a la belleza, o lo terrible, o la historia... en mi muy modesta opinión. no pinta un paisaje de riscos y niebla representa, y este es el tema, a un paseante observando ese paisaje. es la representacón del placer contemplativo, es una reberveración estética, podría parecer una redundancia, pero no lo es, porque ése y no otro es el objeto de la pintura, que ya no es una representación de lo bello, sino un icono de la observación, un homenaje al onanismo estético del autorreconocido artista romántico. ¿será el intrépido dôn-gòn un viajero romántico? ¿nos estará proponiendo que le observemos a él en su acto exótico? (sí, perfectamente dicho, ex-céntrico). ¿o por el contrario se retirará discretamente y dejará que contemplemos el paisaje? sólo el contenido de este blog responderá."
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