hago una nueva disgresión a otras latitudes, con motivo del blog del amigo caputto, como últimamente suelo. en su última y muy recomendable entrada: "siempre conocimos héroes" habla sobre mi querido vietnam y su sempiterna historia guerrera. se puede ver en http://www.doblecero.com/soloparalocos/index.asp?idblog=244
su narración me hizo recordar sensaciones que subí en forma de comentario a su blog y que aquí reproduzco en parte:
sí, en efecto, siempre me dejó perplejo como esas gentes amabilísimas que te miran con sonrisa beatífica mientras desayunas tu pho-bo sentado en la acera, son la encarnación de un pueblo que lleva milenios guerreando contra todos. continuamente, sin descanso. me recuerda a otro pueblo que sólo conoce la guerra como justificación de la existencia, el balcánico. pero a diferencia del vietnamita, éste lo lleva reflejado en la mirada.recuerdo un pensamiento que me asaltó mientras subía a la montanha del perfume: los políticos y generales americanos que ordenaron la intervención en la guerra civil vietnamita no habían pisado aquella tierra jamás. el vértigo que me produjo esa selva infinita e inexpugnable, habitada por un pueblo de pequehos guerreros feroces, inasequibles a la piedad y al desaliento, me hizo comprender que la victoria americana era ridículamente inimaginable. además cometieron un error semántico, por así decir, de bulto. mientras que el bloque comunista apoyaba más o menos soterradamente a un ejército "nacional" vietnamita al que acompanhaba el prestigio de la independencia, los americanos se presentaron con tropas y material que exhibían su bandera, su presencia (con la delicadeza que les caracteriza). el resultado fue que el viet-cong persentó su lucha como una guerra de liberación contra un nuevo invasor. y eso es lo único que le hace falta al vietnamita sonriente para convertirse en una bestia parda. el apoyo de los propios vietnamitas al gobierno de saigón cayó en picado y prácticamente la guerra que había sido civil se convirtió, ahora sí, en una guerra de invasión en defensa de un gobierno sin pueblo.
al vietnamita sólo parece traerle al mundo, permitirle relacionarse con las gentes de otros pueblos, el que acaso es su único instinto superior al bélico: el comercial. el vietnamita es un comerciante nato, asombroso, que hace todo por vender lo que sea, lo vive con pasión, con tesón, con orgullo, con una pulsión casi religiosa. el vietnamita que no ha conseguido venderte lo que se proponía queda desolado, no comprende lo que pasa, en qué ha fallado. es una de las situaciones más próximas al suicidio ritual que he presenciado. temo que si este pueblo tuviese la familiaridad con el sentido del orgullo y de la muerte que tienen los japoneses, hubiese sido responsable de más de un hara-kiri en mis paseos por los mercados vietnamitas.
sospecho que, por más que les pese, es una herencia china. el pueblo vietnamita actual tiene un porcentaje elevadísimo de sangre y cultura chinas, sobre todo en el norte. ha-long, en efecto y como nos recuerda dôn-gòn, otrora nombre infame para los chinos, es hoy una ciudad étnicamente china.
la otra gran etnia en el sur, de entre las muchas que montan el puzle vietnamita, es la khemer. y esa sí explica seguramente su raíz indómita. estoy seguro de que nuestro narrador nos regalará sustanciosas reflexiones sobre ese mundo inexplicado de la conchinchina khemer, estúpidamente loteada por los franceses, ahora que ha atravesado la frontera de las nueve colas del dragón.
y por último: quién asabe si ese instinto comercial al que me refería antes no habrá sido la razón por la que el régimen comunista de vietnam fuera el primero de entre todos ellos que adoptase el libre comercio de facto, muy pocos anhos después de la reunificación. tengo la impresión de que mientras luchaban contra ese "invasor" todo eso del comunismo les parecía muy bien. pero cuando se tranquilizaron, se fueron a su casa y a su comercio y les explicaron de qué iba aquello dijeron, cómo, que yo no puedo vender mis cosas y quedarme con mi dinero?, vamos a ver, esto hay que pensárselo un poco mejor. y así comenzaron con el experimento del comunismo de libre comercio que les da de comer y que a la larga se ha demostrado como la mejor forma de salir del comunismo político en esa zona del planeta, a la que china se apuntó bastante después. lo de las urnas creo que no les preocupa tanto, de momento. total, tampoco las han usado nunca y no sé hasta qué punto pertenecen a su visión del mundo... por favor, si hay algún sociólogo, economista o politólogo en la audiencia que salga y ponga esto en pie, que a mi el proyecto me viene grande.
según algún diccionario: colección de inscripciones recuperadas en fragmentos de lápidas de época clásica.
2.9.07
de vietnam, tarde, gracias a dôn-gòn.
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