según algún diccionario: colección de inscripciones recuperadas en fragmentos de lápidas de época clásica.

2.9.07

CØBENHAVN.1

Primer contacto con Copenhague, puerto de comerciantes (esa es su etimología).
Vengo para un par de semanas de descanso. Parecía una opción razonable una de las ciudades más civilizadas y anodinas que se me vino a la mente. Si lo más excitante que ofrecía era el decimonónico parque de atracciones de Tívoli, debía de ser un buen sitio para pasear, leer, dormir y aburrirse, un planazo para relajarse perfectamente. La extrema civilidad que anuncia es otro aliciente: cafés desde los que ver pasar la vida con un libro y un cuaderno de notas, rodeado de delicada perfección que evite el tedioso contacto con la realidad. Y, last but not least, el clima: después de un verano sevillí, máximas de 18 grados regadas con lluvia me parece una merecida cura higrotérmica para el cuerpo maltratado.
Bien, he conseguido el primer párrafo sin la querida "enhe" que mi teclado escandinavo evidentemente ignora, mientras despliega un sembrado de vocales imposibles llenas de barras y circulitos, amenazando con fonéticas indescifrables. tomo prestada la grafía lusa, como habréis notado.
Entre otras cosas, los días tranquilos y mi apartamento con internet me permitirán vertir notas en directo al blog, cosa que otros destinos más excitantes y, en consecuencia, acelerados, hacen muy difícil.

La primera cosa que me ha llamado la atención: los enchufes tienen interruptor. Sí, bueno, lo sé, podría haber sido más refinadamente analítico, comenzar con algo más ingenioso, culto, perspicaz, agudo... algo de carácter sociológico, histórico, artístico... no sé, pero el caso es que he llegado al apartamento, he visto que los enchufes tienen un pequenho (ahí cayó) interruptor debajo para cortar la corriente y me ha llamado mucho la atención. Aún no he decidido si es una soberana estupidez, que no hace falta porque basta con desenchufar, o es un invento utilísimo sin el cual no sé como hemos llegado a la contemporaneidad en el resto de los países que conozco. A ver si llego a una conclusión. Les avala el prestigio como refinados disenhadores, que hace pensar que tonterías no hacen muchas, no sé. Son estas cosas mínimas las que
hacen que te sientas imperceptiblemente en otro sitio. Bueno, eso en esta Europa homogénea, claro, te vas a Laos y te lo debe hacer sentir absolutamente todo.

Dinamarca. Éste es el país de Lego, Bang&Olufsen, Jacobsen y sus sillas... y, en general, madre patria del disenho escandinavo: refinado, minimalista, útil, funcional. Todo es pulcro, pensado, civilizado, razonable... y eso en mil anhos, que son los que nos separan de que bebiesen kalvados en los cráneos de sus enemigos. Evolución. Un poco la cara de brutos la conservan, sobre todo ellas. Te sirve el té cada vikinga que te sujetas la tapa de los sesos mientras le buscas el hacha de Tør debajo del mandil. Da la impresión de que esta especie de hipertrofia de la civilización es un contrato social al que han llegado convencidos de que tienen la noche oscura de su pasado demasiado cerca, temiendo que si dejan algo a la improvisación y la espontaneidad les sale un cafre que tiembla el misterio. Habrá que conocerlos mejor, no sé, pero parece que sin romanizar y sin las casidas de amor califales les ha ido bastante bien.
Eso sí, no hay que creerse lo que ponen las guías, o esto ya no es lo que era: un poquito de mierda sí que hay, unas cuantas guarradas en la puerta del retrete de disenho (incomprensibles, por desgracia), también. Tiraré de diccionario.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo, que he llegado a dividir el planeta en dos mitades (Sevilla, como hemisferio norte; y Cádiz, como hemisferio sur), descubro a través del ilustre titular de esta bitácora que existen otros lugares, que el planeta gira, que no es plano, que hay más lugares. Dinamarca. ¡Ya te vale, Yorick!, y luego dices que en agosto no hay nada como la Alameda de Hércules! Dinamarca. ¿Es cierto que algo huele a podrido por allí, o Shakespeare se le fue la caneza con Hamlet? ¡Qué conho tendrá que ver lo que digo con lo leído. Nada absolutamente. Divagaciones postvacacionales pseudotraumáticas. Suerte que el mandil de esa vikinga fuera inofensivo. Aunque no todos los mandiles van descargados...

Yorick dijo...

querido pajarraco aljarafenho, gracias como siempre por tu lectura y tus comentarios.
desde estos fiordos le confirmo la percepción geográfica que don josé maría pemán y usted mismo comparten. el mundo es el mundo y lo demás es periferia. pero ya sabe que de vez en cuando hay que refrescar la neurona, lo que en este caso no es una metáfora sino un comentario térmico.
manhana mismo voy a elsingør, topónimo real del teatral elsinor, ya le diré como huele por allá. en la capital sólo huelen las pastelerías, y que alimenta.