según algún diccionario: colección de inscripciones recuperadas en fragmentos de lápidas de época clásica.

15.8.07

Museo XUL SOLAR

Este Museo es, con poco margen de duda, uno de los destinos arquitectónicos más interesantes de BsAs.
Es uno de esos museos-joya discreto, que responde a una idea y no al gran mercado del turismo cultural ni a la necesidad icónica de la identificad post-moderna de las ciudades, que son al alimón las razones de la fiebre museística que padecemos.

En este caso, además, la pieza arquitectónica es soberbia. El arquitecto construye un mundo (no es metáfora) coherente con el proyecto del artista. Deja flotando la casa y estudio originales en una placenta de espacios definidos, pero no ocluidos , por planos que recogen la obra y los fetiches de Xul. La luz, el hormigón, el blanco, la piedra materializan esa placenta con una finura rara. La arquitectura se encuentra aquí a si misma, sin deberse a estilos, formalismos, solo a una voluntad de respuesta autónoma, formulada desde recursos propios.
La referencia al brutalismo es obligada, aunque como sintagmas fáciles de usar en su simplicidad, no como lenguaje. Y quizá una discreta cita a Barragán, en la terraza, pero tan reinterpretada que entra en el terreno de la copia feliz.
La Fundación Miralles acertó sonoramente al concederle el premio Década por la intemporal virtud de la obra. Esa y no otra, la intemporalidad, debería distinguir a la obra superior de arquitectura.
Más referencias en mi otro blog:
http://urbiorbi.wordpress.com/2007/06/19/museo-xul-solar/

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