según algún diccionario: colección de inscripciones recuperadas en fragmentos de lápidas de época clásica.

29.3.07

en una exposición de chillida

Canal de Isabel II. Madrid 0307
El lamento universalmente repetido ante cualquier manifestación de arte no figurativo (en este caso con el ya clásico Chillida) es “NO LO ENTIENDO”. Mi angustia es siempre la misma, ¿qué hay que entender? ¿Es que el disfrute del arte se fundamenta en su comprensión? ¿Qué hay en el arte figurativo que lo haga mas entendible que la abstracción?.
Por supuesto que el arte es susceptible de ser comprendido, en la medida en la que se puede analizar, estudiar, comparar, extrapolar… pero: 1. Esa comprensión o entendimiento no debe intervenir de manera decisiva en el disfrute estético, que se produce en virtud de registros diferentes y 2. ¿Qué les hace suponer a los que afirman que no entienden la obra de Chillida que sí comprenden la Anunciación de Boticelli?. ¿El hecho de ser capaces de reconocer las figuras, los objetos, como reproducciones de realidades tridimensionales?. Entonces definitivamente, no han comprendido nada de nada y su disfrute del arte figurativo es una especie de pasatiempo dedicado a identificar parecidos, desposeyendo al arte de todo lo que precisamente lo hace arte y reduciéndolo a una artesanía, hace tiempo superada por Kodak.

6.3.07

entrevista en abc, día de andalucía 07

el pasado día de la realidad nacional andaluza, el abc publicó una entrevista hecha a mi querido amigo alberto ballesteros y a mí.
para los very few que frecuentáis este rincón, os ofrezco la versión integral sin censura:

1-¿Qué es para ustedes la belleza arquitectónica?
Es algo mucho más fácil de reconocer que de definir. Las definiciones se producen desde la racionalidad y la belleza se percibe con la sensibilidad. En cualquier caso tiene que ver con cosas como el equilibrio, la integración, la serenidad, la naturalidad… es bella una arquitectura que parece que no podría haber sido de otra forma.

2 Partiendo de esa base, ¿qué ciudades andaluzas reúnen esa característica y por qué?
Ninguna en su totalidad y muchas en mayor o menor medida. Es más fácil encontrarla en los conjuntos históricos que en los barrios del siglo XX. Porqué esto es así es largo y complejo de analizar, pero es una realidad extendida casi universalmente. Cada uno tiene sus preferencias porque, por supuesto, la sensibilidad es un registro individual, pero para nosotros, si hubiese que hablar de grandes monumentos, habría que pensar en Córdoba, Granada o Sevilla, si queremos destacar un conjunto urbano homogéneo, Cádiz cuenta con uno de los cascos antiguos más soberbios de Europa desde el punto de vista arquitectónico. Por supuesto no podemos olvidar un número importante de pueblos y ciudades menores que conservan una armonía en su conjunto con frecuencia superior a la de las capitales: desde Úbeda o Baeza hasta Arcos, Setenil, Ronda o Carmona… por fortuna son muchos en Andalucía.

3 ¿Están hechas las ciudades, arquitectónicamente hablando, para vivirlas o para sufrirlas?
Están hechas para vivirlas, claro, aunque con frecuencia debemos sufrir errores de planeamiento o ejecución que hacen que nos lo preguntemos. Desde el siglo XX a nuestros días padecemos una concepción del urbanismo, hijo de varias utopías fallidas, que sólo se mantiene gracias a los grandes edificios económicos que produce, generando manchas residenciales indignas del nombre de ciudad, donde pernoctan una generación de humanos que apenas recuerdan el significado de la palabra “ciudadano”. Esa arquitectura no es para vivirla, claro.

4 ¿En qué medida afectan los ruidos y la suciedad a esa hipotética belleza de las ciudades?
Cualquier disfrute estético es sensible a la interferencia de otros fenómenos molestos.

5 ¿Y la especulación?
Hay ciudades andaluzas especialmente tocadas por esa lacra de la sociedad actual, a la que ya nos hemos incluso familiarizado.
Muchísimas en mayor o menor medida. El fenómeno de todas las costas andaluzas sin excepción o el caso del Aljarafe y el reto depriferias de la cidad de Sevilla, se estudiarán en las facultades de urbanismo del futuro como uno de los mayores desastres territoriales que se han dado en Europa. Dilapidamos Andalucía sin posible recuperación, para conseguir colmenas indignas y, eso sí, ingentes beneficios económicos.

6 ¿Creen que se respeta y se cuida el Patrimonio Histórico?
En diferente medida según el caso y el interés de la administración responsable.

7 ¿Son partidarios de intervenir en lo ya edificado o hacer tabla rasa en lugares de la memoria colectiva de una ciudad?
Los tipos de intervención posibles son muchos. Habrá casos en los que proceda la restauración escrupulosa de lo existente, otros en los que sea necesario intervenir, rehabilitando y consolidando los restos valiosos y completándolos con nueva edificación y por último, habrá situaciones en las que no quede nada, o nada de valor, y haya que levantar edificación de nueva planta. En estos últimos, por lo general los mas polémicos, no queda más opción honesta que actuar con criterios arquitectónicos contemporáneos, entre los que se cuenta el diálogo respetuoso con la memoria histórica, claro. Pero no hay peor falta de respeto a esa memoria que el pastiche o la mimesis, que desvirtúan el valor de lo original. Cada época histórica actuó en la ciudad con su propio estilo y criterio (almohade, gótico, renacentista, gótico…) y a nosotros no nos queda otra opción que hacer lo mismo.


8 ¿Qué opinan del fachadismo?
Que es el peor insulto a la memoria histórica y la más clara garantía de la destrucción del patrimonio. Confundir el patrimonio arquitectónico con su fachada es como confundir al Quijote con sus tapas. ¿Le parecería respetuoso coger una primera edición de la Biblioteca Nacional y, respetando con gran mimo sus tapas, destrozar el interior y rellenarlo con las Páginas Amarillas?

9 Dice el sociólogo Vicente Verdú que generar sensaciones es la manera más usual que portan las arquitecturas de la época del capitalismo de ficción, como él denomina, teniendo en cuenta que la palabra estética proviene del griego aesthesia, sensación, ¿están de acuerdo?
Terriblemente, sí. La “arquitectura del poder” contemporánea está sometida a una frenética escalada del “más raro todavía” cuyo final no llegamos a vislumbrar. Cariñosamente lo llamamos “síndrome Guggenheim” y en Sevilla está produciendo un preocupante síntoma en forma de setas mastodónticas.

10 También apunta que la tarea de hacer arquitectura para habitar, principio fundamental de la arquitectura, ha ido desvaneciéndose en provecho de la visión. O sea, que todo es de cara a la galería.
Sí, es el fenómeno que han consagrado las revistas de pornografía arquitectónica, de las que los dominicales suelen incluir una sección. Es un fenómeno universal en la sociedad de la imagen que padecemos, en la que la cosa se confunde con su imagen bidimensional (que es más sencilla de “comprender”). Si pasa incluso con las personas, cómo no iba a pasar con los edificios.


11 ¿Qué les parece que la arquitectura de vanguardia "entre" de lleno en los cascos históricos de las ciudades andaluzas en aras de la modernidad?
Ya hemos dicho algo de esto más arriba. Es la única opción posible y no lo hace en aras de ninguna modernidad (que murió hace 40 años), sino de la lógica edificatoria de cada sociedad. En cualquier caso hay que decir que el concepto de “arquitectura de vanguardia” es un término publicitario engañoso, asociado con imágenes “hig tech” en la mentalidad popular, pero que no quiere decir nada en la teoría arquitectónica.
No hay nada más vanguardista que el respeto a la historia ni que el concepto de integración respetuosa. Repetimos, lo que procede es, en primer lugar, conservar todo lo que hemos heredado con un mínimo de valor (aunque sea valor ambiental) y después, donde no haya más remedio que levantar edificación nueva, hacerlo con criterios actuales.

040307.lugares

(en un café "moderno" de madrid)

los lugares propuestos por la sociedad de mercado son planos. uno llega, mira, intenta contemplar (esto ya es imposible) y como resultado es inviable hacer una reflexión distinta de ésta, porque no transmiten emociones, tensión... todo lo más, una sorpresa programada dentro de la técnica escenográfica utilizada, quizá sensación de lujo, de integración en el lenguaje de la tribu, de alguna tribu.
tiendas, bares, centros comerciales, plazas, oficinas... incluso ya casas, aeropuertos, museos... una cierta estética descomprometida pero eficaz ante la mirada epidérmica invade todos los terrenos de la arquitectura. quizá en la medida en la que el mercado invade todos los terrenos de la vida.
su planeidad quizá tiene raíz en el reconocimiento de saberse banal, efímero, fruto de una moda. conciencia que le impide buscar el poso, la profundidad del sedimento, el relieve que confieren las sucesivas capas de realidad. esta realidad ha encontrado dos herramientas impagables en dos formas de actuar sólo aparentemente contrapuestas: la mímesis y el minimalismo.
mimetizar formas anacrónicas produce un efecto inmediato de descontextualización en el que todas las formulaciones son válidas, puesto que se ha deconstruído la norma de referencia; el minimalismo apriorístico se evita de entrada el problema, aplica algunos clichés de éxito sobre la nada pintada de blanco y ya está.
todo esto está muy bien si se trata de proponer el paisaje de la feria efímera que es en el fondo el mundo estrictamente comercial. el problema y la angustia comienzan al observar que ese mismo parámetro se reproduce en hábitats que debieran consagrar un mínimo de intemporalidad a la vida de sus ocupantes, en arquitecturas que podrían proponer una forma de contemplar el mundo y de relacionarse con él... qué tontería, eso es precisamente lo que hace la arquitectura comercial, aunque no nos guste el mundo que nos propone. A algunos.