según algún diccionario: colección de inscripciones recuperadas en fragmentos de lápidas de época clásica.

14.12.08

MoMA NYC 281008

Visita al Museum of Modern Art (después de la reforma-ampliación).
www.moma.org

El nuevo contenedor es elegante, buena arquitectura. El contenido, sin duda, impresionante, un puñado de iconos del siglo XX imprescindibles, sobre el fondo de una sólida colección; mi visita sin embargo es sólo el cumplimiento inevitable de un rito social absurdo. No recibes ninguna información que no esté mejor recogida y ordenada en mil manuales; y por otro lado, no hay posible contemplación ni emoción en esta avalancha humana de rebajas de la mitología creadora del siglo XX.

UNA DE POSITIVISMO

"In any moment of decision the best thing you can do is the right thing, the next best thing is the wrong thing and the worst thing you can do is nothing"

Theodore Roosvelt

Uf, qué más voy a decir. Eso es espíritu constructivo. Así se hace un país y lo que haga falta. Aunque a lo peor es fácil pasarse un pelo con ese espíritu. Pero leído en una pared de Nueva York uno tiene claro que se lo han creído.

13.12.08

ARTE ORIENTAL

Al pasear las muy considerables colecciones de arte oriental (chino, japonés, coreano...) del Met Museum se da uno cuenta hasta que punto hay un mundo ingente y complejo cuya naturaleza, extensión y claves desconocemos. 
Intentando comprender la naturaleza de la expresión humana ensayamos una explicación del mundo del arte (por extensión de la sociedad, del Mundo) ignorando lo que puede representar la mitad o más de la realidad. Nos asomamos a la belleza de esa mitad con asombro e incomprensión, sin saber la razón o la estructura que explica la obra o su génesis. Hay una aventura fascinante en el descubrimiento de ese mundo, ese lenguaje, esa razón mito-poética que alimenta los sueños del creador oriental.
Quizá utilizando las propias claves como punto de apoyo, quizá viéndose obligado a abandonarlas y comenzar de cero... literalmente el descubrimiento de un nuevo planeta con su porqué.

NYC Nov.08

19.10.08

CAMINO a ninguna parte

anoche me equivoqué. qué le vamos a hacer, eso pasa. perdí lamentablemente seis euros y dos horas y media. confié en Jafier Fesser y me tragué una de las películas más infumables que he padecido últimamente.
"Camino" es un pestiño de película, no hay que darle más vueltas, no perdamos el tiempo en sesudos análisis, mucho mejor no verla ni en el sofá, y punto. miras demasiadas veces el reloj, charlas con los acompañantes, piensas en dónde vas a ir a cenar...
a lo mejor intenta ser polémica o algo así, quizá pretende criticar al Opus, no sé. el resultado sólo es insustacial, banal, obvio... si alguien del Opus se cabrea es que es muy fácil de provocar, porque no merece la pena.
en la peli una niña tiene cancer, la cuidan bien pero se muere, vaya, se siente, esas cosas pasan. además está infantilmente enamorada de otro niño y la madre es del Opus. vaya, qué emoción.
como no hay guión, Fesser ensaya la crítica al Opus y mira que es fácil, pero ni eso le sale. el retrato de la organización es bastante fiel, doy fe, salvo en dos o tres pequeños y absurdos detalles exagerados que no hacían falta. y por lo tanto pues sólo resulta la imagen de unos señores muy religiosos con los que puedes estar de acuerdo o no, pero no hacen nada malo. como no consigue sacarle defectos graves, empieza con demagogia colateral: todos los del Opus sobreactuan con cara agria de cabreados, mirada alucinada y parece que les han metido un palo por el culo, y la niña tiene pesadillas porque la madre le reza el jesusuto de mi vida antes de dormir, pobre niña torturada. por cierto, el recurso cinematográfico de los sueños de la niña es patético y sobra entero.
en fin, la cosa es de un elemental que no se sostiene, hay que ser muy fanático de no sé bien qué para sacarle la punta, porque el sectarismo y la pobreza de los recursos es muy evidente. si uno es un beligerante contra el Opus y mínimamente inteligente debe de sentir vergüenza ajena por el intento de Fesser.
así que el sumatorio resulta en ciento cincuenta minutos de nada, pero eso sí, una nada muy melodramática.
ps. he oído una crítica de la película en la que decía que es una mezcla de "mar adentro" y "el milagro de p-tinto". no es muy acertada pero es divertida la imagen y puede dar una idea del ambiente.

corolario sobre la restauración

en el post anterior un amigo ha hecho un lúcido comentario, en el que pone un ejemplo con la ciudad francesa de Carcassonne (www.carcassonne.org - Carcasona en español). hay que leer el comentario antes de leer este post.

esta ciudad presenta una curiosa paradoja sobre el valor del patrimonio del que disfrutamos como turistas, que implica una vuelta de tuerca interesante al concepto de lo que buscamos/encontramos como viajeros. el caso de Carcassonne tiene un divertido componente histórico respecto al exin castillos del que se disfruta.
fue Violet Ledoux, arquitecto del XIX el responsable de la "restauración" de sus murallas,el icono más visible de la ciudad.
para el que no conozca las teorías de Ledoux, resumiré que este señor defendía que las ruinas históricas había que restituirlas a su estado original, reproduciendo íntegramente hasta la última piedra los edificios, ya que teníamos los datos y los medios para ello, dejándolos como nuevos.
en Carcassone demostró un gran despliegue de medios, pero le falló la información. Ledoux forró la muralla ruinosa y levantó los imponentes paños, torres y puertas medievales que hoy contemplamos, en perfecto estillo bajo-medieval, época a la que suponía que pertenecían los restos.
el problema es que investigaciones recientes han demostrado que las murallas que "restauró" Ledoux eran romanas y nunca hubo unas como las que se inventó, con lo que el falso histórico que levantó no sólo lo es en la materialidad de las murallas, sino que además nunca fueron así y, de paso, se cargó una de las mejores y más completas murallas romanas del mundo.

2.9.08

el turista tranquilo

uno de los tics más irritantes de la postmodernidad líquida es el desprecio al turismo, que todos hemos ejercitado más o menos displicentemente ante alguna bulla de sonrosados sajones en pantalón corto o disciplinados orientales buscando el banderín amarillo. mea culpa. el grado supino de papanatismo en esta especialidad es la distinción entre "turista" y "viajero", ante la cual, casualmente, el que la cita siempre se autoproclama "viajero", mientras en su fuero interno jura por enésima vez tirar el macuto de travelplan que conserva en el altillo.
podemos citar a bowles cuando sentenciaba que "sólo es viajero aquél que no sabe si un día volverá". y yo no conozco a nadie que haya quemado las naves, entre otras cosas porque hoy en día son de iberia y te meten un paquete por terrorismo.
dicho todo lo cual, es cierto que la turistización de un lugar (coño, qué porquería de palabro) lo aniquila, le roba el alma, lo deja inservible. y no es una cuestión personal, adolescente, de "yo no soy como ellos". no, es una cuestión estructural, industrial; un proceso de mercadotecnia que ha derivado en una máscara que el lugar ha construido sobre si mismo para su consumo por la avalancha de turistas programados. esa máscara tiene algo de caricatura, de exageración y simplificación simultáneas de los rasgos locales, para su fácil apreciación por parte del turista poco atento, quizá poco sensible, probablemente poco preparado y con seguridad muy apresurado. es, en definitiva, un parque temático del propio lugar superpuesto al original, eliminando todas esas cosas enojosas y aburridas que tiene la realidad y, desde luego, evitando que el buen turista tenga que relacionarse con ella. en ocasiones la máscara usa de los elementos físicos de la realidad, los monumentos, los paisajes, y los entreteje con la ficción generada o recreada, como en un robocop de ciencia ficción; en otras ocasiones, el destino turístico original fue depauperado hace mucho y todo lo que percibimos es ya pura escenografía.
en cualquier caso, lo que percibimos, a poco que nuestra atención, sensibilidad o simplemente disponibilidad de tiempo nos lo permita, es deplorable: un armatoste sin alma que, en el peor de los casos (la alambra), usa el cadáver del lugar original, en un macabro comercio necrófilo, asesinado por los mercaderes. ése es el problema con el turismo, la banalización de la belleza, la divulgación de lo sublime (este propósito le parecerá magnífico a más de un imbécil, seguramente consejero de turismo o algo en algún taifa, pero un mínimo repaso etimológico evidencia la contradicción intrínseca, biológica, que impide la coexistencia de lo sublime y la divulgación, donde aquello suele morir en presencia de ésta).
los procesos que llevan a la transformación de los lugares son complejos, paulatinos y seguramente inconscientes en muchas de sus fases, pero el resultado es reconocible por todos.
yo soy turista, un simple turista, pero en la medida en la que me concedo tiempo para contemplar y pensar en lo que he visto, procuro informarme y me gusta relacionarme con los locales, conocer su circunstancia y sus porqués, la superestructura turística me resulta agotadora, impenetrable, inservible. qué más quisiera yo que recrearme y conocer la esencia de la alambra (de nuevo), piazza san marco, el templo de tiem-piè, las cataratas de niagara, chichén itzá o una playa de bali, pero es que no me dejan, los han aniquilado, no existen y además, con mala suerte, me empujan, circule por favor, que ya venden postales a la salida. así que los que pretendemos viajar despiertos tenemos que conformarnos con sitios inferiores, seguramente menos bellos que aquéllos que el turismo fagocitó. a cambio nos relacionamos con seres y lugares vivos, sin impostura. a cambio podemos relacionarnos y enriquecernos, buscar ese raro fruto que es aprender genuinamente de lo realmente distinto.

22.8.08

cita: el cante y la ciudad

hace unos días, antonio cruz me ha regalado una cita del cantaor manuel caballero:
"al cante lo lleva el tiempo de la mano".
venía a hacer monchi una bella analogía sobre el devenir de la ciudad como llevada de la mano por el tiempo, aliados que actúan con aparente independencia de la acción humana.
decía también una cosa importante, que la forma de la ciudad es más permanente que la historia y la sociedad que la habita, lo que no deberíamos olvidar arquitectos, urbanistas y políticos cuando planeamos y perpetramos nuestras fechorías. lo cual no es en absoluto una invitación al inmovilismo, sino a la sintonía con el fluir de los acontecimientos y sobre todo, a desarrollar una perenne curiosidad y un fino olfato para detectar los invariantes que construyen la forma de la ciudad, eso que alexander llamaba the timeless way of building.

17.8.08

CITAS. JULES RENARD

Como blogger es bastante malo como editor de blogs (desde ésta su casa recomiendo Wordpress) no se puede construir una página independiente que recoja de forma ordenada mis frases favoritas, así que a partir de ahora crearé la etiqueta "CITAS", bajo la que iré agrupando las que me vayan surgiendo.
Comienzo con algunas de Jules Renard;

http://es.wikipedia.org/wiki/Jules_Renard

La cita que encabeza la entrada "CANADA.04", es una de mis favoritas. La repito:
"Qué tranquilidad! Oigo todos mis pensamientos."
Me llama la atención porque refleja un hecho sutil y contradictorio con una de las bases de la filosofía estructura nuestra idea occidental del ser humano, porque propone que los pensamientos son algo distinto a nosotros mismos. Quizá para Renard fuese una simple paradoja para hacer llamativa su frase, pero se trata de una verdad fundamental para la espiritualidad oriental, lo que a finales del siglo XIX, antes de Wilhelm y Jung, no era tan obvio.

Lo de que las frases de Renard fuesen llamativas no es una gran novedad. El francés, sin duda gracias a una inteligencia brillante, pero también al afán de perpetuarse como fraseólogo a partir de un determinado momento, es una mina de citas. Cuando Dorothy Parker dijo aquello de que cuando se le ocurría una frase magnífica sospechaba que a Oscar Wilde ya la había escrito antes, se olvidó de Renard.

Recojo algunas otras:

- "Hay personas que no saben perder su tiempo solas y se convierten en el flagelo de las personas que trabajan."

- "Escribir es una forma de hablar sin que te interrumpan". (Si no, de qué íbamos a estar aquí los blogueros).

- "Cuando escribe uno tiene que estar todo el rato demostrando su talento a gente que carece de él". (Bueno, algunos escribimos totalmente liberados de esa obligación, pero vivimos de otra cosa, claro).

-"El hombre verdaderamente libre es el que sabe rechazar una invitación a cenar sin dar excusas". (Subrayo el verbo "sabe", no se refiere al que es capaz de hacerlo, sino al que tiene la superioridad de saber hacerlo, de hacerlo y quedar bien. Es este tipo de sutilezas el que hace superiores las frases de Renard).

- "Aunque no habla, se sabe que piensa tonterías". (Sublime, inmensa. Describe de un trazo un perfil atrabiliario, dificilísimo de caracterizar: el del tonto silente, tacituno, que vive haciéndose el interesante y con frecuencia consigue pasar por inteligente ante muchos).

-"Cuando me dicen que tengo talento no hace falta que lo repitan, lo entiendo a la primera".

Por último, un vaticinio profético:
-"Mis frases harán fortuna, yo no".

9.8.08

CANADA.05

MONTREAL.
La ciudad más grande de la provincia de Quebec y la segunda del país, la gran metrópoli francófona de América y segunda del mundo después de París, aunque claro, francés no se habla en demasiados sitios. Vive en una especie de neurosis por no saber si quiere ser una ciudad europea o americana. Llegando desde Toronto no hay duda, es mucho más europea, aunque supongo que si se aterriza directamente desde Europa la diferencia sería aún más abismal, destacando su carácter americano. Pero la cuestión no es analizar cómo es, sino cómo se reconoce a sí misma. Este dilema está sin duda incrementado o azuzado por la cuestión de la identidad/independencia quebecois, esa cosa un poco incomprensible que pasa en Canadá por la que muchos francófonos de Quebec se entretienen en vincular su singularidad fonética a un deseo de independencia política. Aunque pensándolo bien, Canadá es un país pintoresco políticamente. Su extrema juventud histórica aún ni siquiera se ha reafirmado. No mucha gente se para a pensar que es la única monarquía de América. Sí, ¿no te acordabas?, tienen reina, su graciosa majestad Isabel II, sí, esa, la Reina de Inglaterra es también reina de Canadá, lo que sólo recuerdas por su efigie en los billetes. Y nombra a un Gobernador General que la representa y que ahora mismo es una simpática negrita de Haití (¿?). Este hecho está vinculado a su pertenencia a la Commonwealth y de alguna manera hace que el momento de su independencia política de la metrópoli se difumine en la historia como una serie de concesiones británicas al autogobierno, a lo largo del siglo XIX, que culminaron en 1867 en una Constitución que para más inri se llama la Brithish North Améria Act y consagra el vínculo monárquico. En fin, espero que Juan Antonio, el gran fatigador de la Wikipedia, nos lo explique mejor, pero yo no acabo de verle la cosa nacional y patriótica al país. A lo mejor por eso son tan tranquilos y civilizados y se ocupan de cosas importantes y no de política. Y por eso choca más la manía pintoresca quebecois, que en realidad parece que viene de más antiguo, de cuando los ingleses le dieron a los gabachos por donde amarga el pepino y le quitaron la gran colonia y su enorme negocio. Entonces las provincias del norte eran francófonas y sólo una minoría en el sudeste se vinculaba a los ingleses neoyorquinos y bostonianos. Una cosa curiosa es que Old York es una de las poblaciones que originan Toronto, el nuevo ya lo conocemos todos. Solo la huída al norte de ingleses tras la independencia de Estados Unidos (ahí fueron los ingleses los que recibieron, je, je) aumentó la proporción anglófona y empezó a darle peso a esta cultura en Canadá. Parece que esa paulatina britanización es la que les viene molestando y quieren revivir una especie de herencia tardocolonial de raíz francesa, hablan incluso de promover un estatus de relación con Francia, a ver si quieren que le pongan a la Bruni como Gobernadora General…

Bueno, pues decía que todo ese follón de reivindicaciones y referéndum independentistas (perdidos) parece que alimenta el carácter singular de Montreal. El vector francófono es el europeizante, el anglófono y la emigración representan el corazón americano. Los barrios de mayoría francófona, como el Plateau Mont Royal son los más marcadamente singulares, curiosamente hay algo en su ambiente y arquitectura que me recuerda a esa Nueva Orleáns que no conozco más que por las películas. Los barrios del oeste de la ciudad nos ubican de Nuevo en ese Canadá puramente norteamericano, por más que ellos se esfuercen denodadamente en repetir que son muy diferentes a los estadounidenses. No niego las diferencias sutiles, pero mi capacidad para percibirlas aún no está suficientemente afilada.

El carácter híbrido, indeciso de Montreal es seguramente el responsable de que no me haya interesado especialmente. Es una ciudad más “bonita” que Toronto, como dice todo el mundo, tiene más calles llenas de casitas coloniales o neo-coloniales, más árboles en las calles, más iglesias historicistas imposibles, se enorgullece de su “centro histórico”, una rareza en América del Norte con un dédalo de calles ligeramente irregulares constituido por edificios en buena parte del S.XVIII, sin olvidar la impresionante Rue Saint Anne, el germen de la downtown que exhibe maravillosos ejemplos de proto-rascacielos eclécticos de XIX y primer tercio del XX y un caso impresionante de poderío urbano tardo colonial. Dicho lo cual no he sido capaz de extraer una impresión del carácter de la ciudad, es una especie de totus revolutus, un parque temático de intenciones inconclusas. Lo que más me ha llamado la atención en conjunto ha sido precisamente la sólida continuidad tipológica del extensísimo y ya mencionado barrio Plateau Mont Royal, “Le Plateau”, la meseta. Una retícula residencial de tres alturas, arbolada sin fisuras y con avenidas comerciales. La tipología que lo constituye en al menos un 80% es su típica casa, como en la que vivimos. Una casa entre medianeras con jardín trasero, en la que cada planta es una vivienda; la singularidad está en el acceso, el de la planta baja es directa y el de las altas es a través de una escalera en fachada que produce un porche en dos alturas adosado a una fachada retranqueada de la acera el espacio necesario para permitir ese sistema de acceso y relación con el exterior. La repetición del modelo, con multitud de variantes y singularizaciónes, produce unas calles singulares y muy vibrantes, además de un filtro singular entre lo público y lo privado. Habría que investigar el origen de ese modelo singular, que le otorga una gran independencia a cada una de las viviendas pese a ser un modelo plurifamiliar.

Bueno, cuando eso es lo más excitante que se puede decir de una ciudad, es que no te ha quitado el sueño ni siquiera un ratito.

7.8.08

de lo medible y lo inmedible

"A great building must begin with the unmesurable, must go through mesurable means when it is being designed, and in the end must be unmesurable"
Frase publicitaria de ECOTEC, software de Square One.

Para pensar, no está mal como proceso de diseño... Seguiremos dando vueltas.

6.8.08

100 MISERABLES VISITAS

-
Hace unos cuantos meses, mucho después de comenzar el blog pero ya hace tiempo, le coloqué un contador de visitas. Debo de suponer que funciona bien, parece un mecanismo sencillo.
Normalmente no le presto atención, pero hoy me he sorprendido con la redondez del número 100. Hay blogs que reciben miles de visitas diarias y Lapidaria ha merecido 100 miserables visitas en bastantes meses.
La reacción instintiva a sido de decepción, lo reconozco, internet nos acostumbra a las grandes cifras. Pero entonces he reflexionado: La dirección de este blog la tenéis un número reducidísimo de mis más estimados amigos, quizá menos de diez. Ese 100 significa que en cien ocasiones un querido amigo ha dedicado su tiempo a abrir este blog y, quizá, ha prestado su atención a lo que escribo, llegando incluso a dejar algún comentario; significa que en cien momentos alguien cuya opinión me importa se ha interesado por lo que yo opino.
Y entonces esa cifra me ha parecido descomunal, asombrosa, totalmente inmerecida, si la entiendo como una suma de decisiones personales, de momentos privados, una renta de cariño expresado en nada menos que 100 miserables visitas.
Gracias.

1.8.08

CANADA.04

"¡Qué tranquilidad! Oigo
todos mis pensamientos!"
Jules Renard

Keswick, Lago Simcoe.

Pajaros, ardillas, alguna marmota y otros bichos que son como ardillas pequeñas y a rayas, además del gato Columbo, son nuestra compañía en la casa del lago Simcoe, el menor de los Grandes Lagos, que debe de ser más grande que el mayor de los que hay en Europa. Chelsie viene una vez al día a dar de comer al gato, pero aún no la he visto. Los coyotes aúllan por la noche, pero nunca se dejan ver, como Chelsie. Lobos y osos raramente bajan a esta latitud en verano, y los zorros de cola blanca son visitantes invernales.
No cuento a los abundantes insectos como compañía, porque mi capacidad de relación con ellos es aún limitada. Parece que la brevedad del verano en esta tierra concentra la vida en pocos meses y hace que su presencia sea más afanosa.
La variedad y vistosidad de los pájaros es notable, no recuerdo nada parecido en nuestros campos. Hay una multitud de llamativas variantes en la talla gorrión; el siguiente tamaño, próximo a una paloma pequeña, cuenta con menos especies, las más coloridas, como una roja intensa con alguna mancha negra y pequeña cresta el macho (supongo), y parda con toques rojos la hembra. Por cierto, Columbo nos trajo una al salón a la hora del desayuno; estaba aún viva y hubo que cazarla con red para devolverla al bosque. Considerando que el salón tiene cinco metros de altura, la captura sólo fue posible porque la pobre tenía un ala maltrecha por culpa de nuestro pequeño tigre. Todavía con plumas en el hocico no parecía transmitir ninguna sensación de culpa, lo que me hizo pensar el la ley natural y le ahorró una reprimenda inmerecida. No sé si el pájaro sobrevivirá en su estado, pero sentí que no me correspondía intervenir más en el ciclo vital y lo dejé a su suerte; puede que ya se haya integrado en la cadena trófica en forma de desayuno de algún pequeño carnívoro. Otra de las especies es azul, blanca y negra, con toques amarillos. estos, más sociables, forman siempre pequeños grupos. Estas últimas especies parecen super-jilgueros de otros colores. ¿Por qué no tenemos tantos pájaros bonitos en España? A lo peor es que nos los hemos cargado. Aunque sospecho que por algún otivo el continente americano, de norte a sur, se entretiene en producir animales más llamativos y con mayor variedad que la cansada Europa, y no es sólo una cosa de los trópicos.
La talla mayor de pájaro que tenemos en nuestro pequeño cielo es la de los descomunales cuervos y alguna gaviota. Bueno, y mirando para abajo los pavos salvajes que corretean por el bosque (machos no he visto).
El conjunto produce un continuo concierto de trinos, cantos y graznidos, tan variados como los plumajes, que, como siempre repito, hacen de la naturaleza uno de los sitios más ruidosos en los que se puede estar.

Los visitantes más divertidos son las ardillas. He aprendido que se trata de la ardilla gris americana, lo que por algún motivo quiere decir que la mitad son negras como mihuras. Sin ser ardillas de parque, se dejan ver sin demasiado problema mientras comen, corren o realizan todo tipo de piruetas. Hoy he visto una persecución increíble, parecía un juego, puede que estén en celo. Dos ardillas describían arriba y abajo espirales entrecruzadas por un largo tronco de árbol. Era un movimiento rapidísimo, inverosímil si no lo estuviese viendo, reproduciendo un patrón de movimiento que sugiere una danza sofisticada. Pero lo más entretenido es verlas comer, pelar pipas, comunicarse, vigilar, todo con una gestualidad cómica. Ah, he descubierto que emiten una especie de ladrido tenue al ritmo de un movimiento de cola. (Lo maravilloso de la ignorancia es que uno puede descubrir hasta las cosas más banales).
Su pariente pequeño y rayado es mucho más discreto.
También nos anunciaron mofetas, pero la fortuna de nuestras pituitarias nos las ha ahorrado hasta el momento.

La otra compañía, en forma de banda sonora, es la lluvia, los truenos y el viento en los árboles, que componen momentos de gran belleza. Para eso es importante la variedad de vegetación: el pinar cercano compone el fondo continuo, se le superpone la armonía de los álamos, chopos, olmos y arces, además de la mayoría de especies que no conozco, cada uno con sus ritmos y timbres. Mis amigos músicos sabran perdonarme la torpeza del símil musical y me ayudarán a mejorarlo.

En fin, resumiendo, que considerando que la naturaleza me resulta un mundo ignoto y de interés casi nulo, se verifica una vez más que la percepción es resultado de una función que depende, exponencialmente, de la variable tiempo.

Nota: Corroborando lo anterior, he investigado en la biblioteca de la casa, hasta poder concluir que el pájaro rojo es el Northern Cardinal (Cardinalis Cardinalis) y el azul el Blue Jay (Cyanocitta Cristata), lo que no he acabado de aclarar es si son los primos gilgeros de zumosol, parece que el azul puede ser un córvido (?). Después e estas notas nos ha visitado un bellísimo pajaro amarillo y negro, que sí era un jilguero, el American Goldfinch (Carduelis Tristis) o, directamente traducido, jilguero americano.
Ah, la microardilla a rayas es el Least Chipmunk (Tamias Mínimus).

26.7.08

PARENTESIS PEQUINES

Una amiga, Susanne Strombom, manda una carta desde el Beijin de los inminentes Juegos (por cierto, ¿ya existe el nuevo toponímico, beijinés?), donde está comisionada por su empresa. Como no tiene desperdicio y para información de curiosos, la transcribo en las partes genéricas.

“...
You won't get one of these every week, but whilst things are still not as crazy as they may become, I may as well give you some insights.
It's nice to have had a couple of days to see the city without construction sites, and things covering buildings everywhere and squeeky clean.

Beijing has been "logofied", the whole city is covered in "Beijing 2008" logos, even the drug sniffer dog at the airport had a little blue jacket with an Olympic logo on it..I am not sure where the Logo
Useage Guide Book mentioned dog coats...but had I known, then I would have tried and tested at home :) Plant pots, chopsticks, the roadsigns are so full of logos that you can barely read the directions. You name it - it has one.

The pollution is just as bad as it's always been, it has been raining continuously on the cities west of Beijing, as that is where they shoot/ ionize the clouds so that it will "rain the pollution away" -well, those cities are probably shiny by now - but here it hasnt changed squat.. and the traffic is worse than ever - as they are closing the city down for bomb search and security to guarantee us
"safe and smooth Games". Well at this rate, that won't be an issue, as the athletes will all be late to their runs - if they even get out of the airport, as that takes 2.30 hrs just that.

The hotels are still as empty as before, the occupancy is at 40% and everyone is going bust. Mainly for three reasons - the first is the Visa problem, if you reject Visas you wont' have any tourists - that's for sure.
The second is the fear of the Olympics taking over, and therefore foreigners dont' plan a trip as people are convinced there are no rooms available.
The third is that they have built so many hotels that you could probably house every man on earth in this city - and his family. They are giganormous structures of over 2500 rooms. Yes - I guess you see the problem.

We are happy to receive a letter in the hotel room today telling us -in the name of smooth and safe games- that the Chinese authorities have communicated and trained their 100'000 plus volunteer staff in several things:
- cheerleading
- the 8 questions not to ask foreigners: don;t ask them what they do, their home adress, how much they earn, about their marriage, about politics and I laughed myself over the rest ;)
- eating in restaurants - dogs have been taken off the menu in Beijing restaurants ..and foreigners don't like Chinese greens as it makes them "airy" (I'm still struggling with this one, cause SURELY
they can't really mean THAT can they? :)
- finding your way in Beijing : the "volunteers" are at your disposal but keep in mind that they are not from Beijing so please put patience (Im copying off the note..) :)
- cab drivers have been trained to English. Cool - I still haven't managed to get to the Stadium without a fight in 5 days...and it has got to be the landmark of the week no?

My Chinese is improving by the day. I learned today that the "negative" words are always starting with Poo - (which sounded very appropriate to me) so Yes is Ser and No is PooSer. How logical is that?? Sui - or rather a whistling Shhrui is entrance and PooSui is no entrance. Simple no?
I propose to change the English language : Yes and PooYes - or the wonderful story of Winnie the No...hm there could be flaw in the plan..

Our Omega Pavillion is nearly ready and the Olympic park is actually mindblowing. It's beautiful in the night, and the architecture is fantastic. This afternoon we had security search (for smooth and safe games remember..?) with 56 dogs and military. But one dog was tired apparently, started barking and then all the others (I guess) thought he found something so they all started howling - so we were told they were "confused" and that they are coming back on Sunday. Not so
smooth yet.

The rehearsals for the Opening Ceremony are on the way nearly every night - and being the country of fireworks it's quite impressive - they are in shape of dragons, flowers, smilies and more...looks very promising!
...“

24.7.08

CANADA.03

Leído el final de la última entrada, es preceptiva la referencia al cuento borgiano en el que propone el llano e inacabable desierto como el peor laberinto. Hecho el honor al maestro, sigo con algunas ideas al hilo de la cuestión urbana:
Toronto es irreconocible en planta, sólo se explica en alzado. Lo cual les pasa más o menos a todas y decirlo sería redundante si o fuese porque éste es un caso paradigmático. La escala de los edificios configura la escala real de la ciudad, que en planta es plna, homogénea, irreconocible. La realidad construida es sin embargo de un relieve y una variedad notables. Determinadas avenidas levantan abruptamente sus edificios llegando a componer rascacielos dignos de ese nombre. Una manzana más allá, sin explicación urbanística plausible, la ciudad se desploma hasta dos, tres alturas. El urbanismo parece responder a la presión de la demanda comercial sin filtros intermedios, “auto-desreguládose“ libremente.
Se genera así una “orografía urbana“ sobre un suelo sensiblemene plano. Algo así como lo que dejé escrito sobre Buenos Aires y su “orografía de la riqueza“ (entrada “Primera mirada a Buenos Aires“ 15.08.07), pero sin un trasunto económico-social, sino económico-comercial. Porque aquí no refleja el binomio riquez-pobreza, sino más precisamente la diferencia entre los núcleos donde se produce la riqueza y las áreas en las que se disfruta.
El resultado es una ciudad enormemente variada, que no podemos prever en el plano de ninguna forma. Desde el downtown puro de enormes moles comerciales y financieras se expande en una variedad mareante de barrios peculiares por la intensidad en la ocupación de las manzanas, la aparición de una cantidad muy notable de verde, por su arquitectura y, fundamentalemente, por la naturaleza de la ciudad que construyen en cada lugar sus ocupantes, en función de clase, etnia, edad, ocupaciones... Una ciudad que permite el viaje interior a mundos diversos con resultados sorprendentemente diversos en un número increíblemente pequeño de paradas de tranvía.

23.7.08

CANADA.02

Primeras notas en Toronto.
Es maravilloso visitar una ciudad de la que no te intersa ver absolutamente nada. La sensación de relajo, de vacío mental, te prepara para disfrutar de cualquier cosa que encuentres. Puedes emplearte a fondo en tonterías sin la incómoda sensación de estar perdiendo el tiempo. Es el escenario propicio para alimentar el verdadero espíritu de las vacaciones, de la holganza sin propósito.
Toronto, además, tiene la virtud de presentarse a la primera mirada con perfiles sorprendentemente interesantes para el que nada espera: multiculturalidad, desprejuicio social, contrastes, un fuerte carácter de "ciudad americana" en su morfología urbana... quizá no todo sea pereza en esta visita. Aunque sin duda, la óptima posición del observador desocupado saca lustre a situaciones y ángulos que en otra ciudad con mayor calado pasarían desapercibidos.

Para comenzar la deriva urbana, (nunca mejor traído el sustantivo tópico del turista postmoderno) he decidido comenzar por Asia. La idea viene de un artículo de suplemento leído en el avión, lo que ha sido una decisión aleatoria tan válida en este momento como cualquier otra; en una ciudad sin referencias un dominical te vale igual que la Encyclopaedia Britannica. Decía que he comenzado por Asia, es lo bueno del “melting pot“ ordenado por distritos, que sabes que tranvía coger para según qué continente. Y en el China Town de Toronto te has metido en el puñetero continente asiático, con clara predominancia china, pero importante presencia de prácticamente todas las culturas del extremo oriente. Un PHO BO (mi teclado americano tiene bastante con reproducir la ñ y acentos españoles, la enfurecida acentuación vietnamita escapa totalmente a sus capacidades)... un PHO BO, decía, te hace saltar las lágrimas por la añoranza oriental y las indescriptibles guindillas indochinas. El antro, Saigon Palace, es perfecto: somos intrusos en un mundo de orientales taciturnos, principalmente dependientes de las tiendas vecinas y alguna pareja dominguera, porque aquí las tiendas abren los domingos, claro; podríamos estar en cualquier comedero de la ribera del Mekong, salvando la temperatura, con sus manojos de palillos, sus cuencos humeantes y la parafernalia sintética china acumulando polvo. Nada estorba en el espejismo oriental, además, si miras por la ventana, hay algo en el desarraigo y la impertinencia de la urbe americana que encontramos igualmente en la metrópoli asiática sin referencias, de la que Ho Chi Mihn City es un epítome. Después, con los labios aún adormecidos y el ánimo exaltado por el octanaje de la sopa, la inmersión, el paseo sin destino, disfrutando del tiempo en cada esquina y en cada bazar. Por cierto, una de las primeras impresiones es la de que en ninguna ciudad no hispanohablante he oído hablar tanto Español como aquí, aunque me faltan algunas como Miami que deben de ser lo máximo.
A cuento de todo esto me viene a la memoria otra lectura reciente, un artículo de Leopoldo Calvo-Sotelo (lo supongo hijo o sobrino del difunto) contiene un párrafo extremadamente lúcido que copio para aliviar al texto durante unas líneas de la torpeza de mi escritura:
... “Desde el punto de vista estético, existen dos maneras de satisfacer las demandas de un abigarrado público universal: el multiculturalismo y la neutralidad cultural. El multiculturalismo (que suele caracterizar la aproximación norteamericana al problema) se basa en yuxtaponer elementos procedentes de distintas culturas, sobrecargando el numerador de sumandos. Más elegante es la solución de la neutralidad cultural: se trata de buscar un denominador común a través de la estilización, que consiste en reducir la representación de los seres y de las cosas a sus rasgos más elementales, eliminando las aristas idiosincráticas.“
Si hacemos caso a lo anterior, Toronto cumple rigurosamente el paradigma norteamericano, abigarra extraordinariamente el picadillo multicultural, sin ahorrar ni uno solo de los elementos de los que le proporciona su despensa migratoria. No es fácil estar en una ciudad que presente el grado de complejidad de este collage, al menos en Europa, donde ciudades como Madrid, Londres o París son ya exponentes de la multiculturalidad, en especial Londres, más que por número por concepto, ya que sin intentar enmendar a Calvo-Sotelo, tengo la impresión de que esta forma de integración (o “anti-integración“) más que norteamericana es anglosajona.
Pues aquí estoy, al pairo en esta ciudad cuyas claves, muy de lejos, se me escapan tanto en lo geográfico, como en lo social, estético o de cualquier orden... Sólo me acoje la retícula como supremo argumento de orientación y que hace a una ciudad tan grande como ésta aparentemente asequible. Pero no nos engañemos, esa legibilidad de calles y avenidas, pulcramente recorridas por tranvías ordenados, esconden una forma perversa de laberinto, el laberinto del tamaño y de la falsa homogeneidad que alinea mundos absolutamente diversos y en el que la brújula es inútil.

21.7.08

CANADA.01

Alguien dijo de Suiza algo como que era el país cuyo máximo nivel de imaginación y diversión consistía en hacer relojes de cuco. Pues Canadá no hace relojes de cuco.
Si a alguien le encanta la naturaleza virgen ("salvaje" sería aquí un epíteto) de las regiones frías y boreales, Canadá es su país... bueno, y el sirope de arce. Si no es el caso, puede perfectamente prescindir de la adusta hospitalidad de Air Canada.
Pero esa falta de interés en las virtudes del país al que he llegado puede ser fuente de iluminaciones. Para empezar, uno se da cuenta de que puede pensar y aprender de todo y en todo lugar, no importa lo anodino que sea el objeto de la observación. Suelo suponer que cuanto más diferente sea un entorno a nuestro horizonte habitual, mayores oportunidades de contraste deparará y, en consecuencia, mayor aparataje ofrecerá a la reflexión. No voy a desmontar este prejuicio que algo de cierto tiene, aunque sea en lo cuantitativo. Pero lo cierto es que no hay estímulo que resulte insuficiente para la una neurona curiosa. Para continuar, cualquier juicio que surja de un conocimiento tan superficial y fresco como el mío no pasa de ser un apriorismo que se quiere justificar con el primer contraste. Pero con algo tenemos que comenzar a hacer funcionar el teclado.

Canadá empieza a provocar reflexiones con las cifras. El segundo país más grande del mundo en superficie, que llega desde la latitud de Madrid a sólo 700 km del Polo Norte y abarca cinco usos horarios, tiene sólo 33 millones de habitantes, que se reparten una cuarta parte del agua dulce del mundo (este dato vertiginoso merecerá una reflexión). Su superficie, de unos 10 millones de km2 (20 Españas), está dividida en 10 provincias, que hasta hace poco eran 6, y 3 territorios; alguna de ellas, como Quebec, triplican la superficie española, un tercio de cuya extensión (o sea, una España), que se conoce como región de Nunavuk, alberga 14 poblaciones y algo más de 30.000 habitantes, que protestan porque tienen que ir a su casa en avión, visto que hasta el momento ningún gobierno ha considerado razonable hacer y mantener una carretera en el ártico para ellos.
Este país, en el que todo es descomunal, provoca una sensación de insignificancia del ser humano y desvalimiento, al tiempo que, contradictoriamente, alimenta el asombro ante la capacidad de superación de los hombres. Los turistas que apenas nos asomamos a esta tierra, fatigamos para recorrer distancias minúsculas en la escala local, y eso gracias a los medios de transporte contemporáneos. Sus descubridores, conquistadores, colonos, la construyeron a lomos de caballo. Nunca me ha asombrado el hecho material de que en épocas pasadas, con medios infinitamente menores, se conquistasen estos territorios ni se concluyesen estas aventuras. Era cuestión de tiempo, de una escala distinta del tiempo y la vida que resultaba en un proyecto vital que se justificaba con la empresa. Empresa que además se hacía común para una civilización y hacía que varias generaciones se empeñasen en ella, lo que multiplicaba el tiempo y los medios. Este enfoque explica (y no otro) la expansión europea por América. No, la consecución de este logro ingente, digo, nunca me ha causado asombro. Me sobrecoge sin embargo pensar en la sensación, el escalofrío interior de cada uno de los hombres, en especial de los más lúcidos, que con aquellos medios y la más perfecta ignorancia sobre todo lo que se les abría delante, dejaban su mundo atrás y penetraban en una tierra ignota y con frecuencia hostil. Y después, esa misma sensación en aquellos que les sucedieron y que, teniendo ya información sobre la magnitud de la empresa, se empeñaban en perpetuarla, en cruzar el continente, en abrir y mantener caminos, en fundar ciudades aisladas en lugares imposibles a los que una simple carta podía tardar un año en llegar, en el poco probable caso de que llegase.
La conciencia de una situación equivalente, provocaría en la media de nosotros un pánico incontrolado, histerismo, quejas a la autoridad, reclamación de nuestro derecho al bienestar y a que alguien (nadie) haga nuestro trabajo duro. Es sencillamente incomprensible para nuestra mente media, como lo es la cuadratura del círculo, la presencia de ánimo necesaria para afrontar un reto de ese calibre con estoicismo, quizá con naturalidad. Y no es que falten en nuestra sociedad ánimos valerosos, individuos dispuestos a afrontar una muerte probable, un reto desconocido. Aventureros, militares, astronautas, deportistas de riesgo lo hacen en determinadas situaciones y mayor o menor medida. Pero hay, decididamente, algo más. Algo que tiene que ver con la sensación de desamparo, de que nada te vincula al mundo conocido, de que nadie vendrá en tu auxilio durante muchísimo tiempo o jamás. Y de que no hay vuelta atrás. Esa idea, representada arquetípicamente por Cortés en la quema de sus naves (una de las mayores performances poéticas de todos los tiempos, por mucho que los espíritus mezquinos busquen explicaciones funcionalistas al hecho) es la que de verdad provoca vértigo en nuestras almas contemporáneas sobreprotegidas, amparadas hasta el último estornudo. Ese viento frío en la cara, del que nunca nadie te protegerá, es el que para mí dibuja el temple de aquéllos espíritus, el que alimenta mi inconsolable asombro.

13.6.08

notas para un paseo por parís

le he escrito a un amigo que me pide consejos para pasear por parís. en realidad él vive allí y yo no lo conozco tan bien, pero en fin, echando mano de memoria y de alguna tarjeta le respondí. copio un fragmento del mail para tenerlo yo también de recuerdo en otra visita.
(la tipografía acusa el estilo mail en algunos momentos y la corrección ortográfica no es total)

"...
en realidad no sé que aconsejarte a ti que llevas viviendo en parís tanto tiempo... no conozco tan bien aquello y supongo que todo lo que te pueda decir será una obviedad.
de monumentos e iglesias no voy a descubrirte nada, repásalas quizá con un buen manual de arquitectura histórica, sacarás mucho más partido. mi favorita, sin contar la saint chapelle, claro, quizá sea saint severin, no sé, tengo días. como barrios le marais, aunque ya te digo que no conozco tanto, tengo una gran curiosidad por el parís nuevo, periférico, seguro que hay cosas muy interesantes. pero le marais me parece muy fresco, bastante auténtico todavía, y la rue des rosiers con sus ortodoxos haciendo proseltismo y sus fabulosas pastelerías kosher me parece excepcional, hay una cuyo nombre no recuerdo, con los carteles en amarillo, que es para comérsela entera (rompe el cerdito antes, eso sí, que los judíos ya se sabe...) con la opción gastronómica de un falafel que tampoco es despreciable en cualquiera de los sitios de la calle; pero el barrio en general está muy bien de cafeterías y tiendas, aunque la place des vosges está mucho mejor en invierno sin los estudiantes haciendo botellona en el césped. hay un pasaje de anticuarios y diseñadores que es el village saint paul y merece una visita. es una red de patios de manzana comunicados interesante. hay un café agradable y una tienda especializada en inventos entre ingeniosos y enloquecidos perfecta para regalos originales o echar un buen rato (la boutique des inventions).
en un extremo del barrio está la rue des barres, detrás de una iglesia gótica muy bonita que cuidan las monjas de madre teresa. es muy gracioso verlas rezar en la posición del loto sobre una estera, puro sincretismo en el corazón de europa. el caso es que por algún motivo esa calle es de las que más me gustan de la ciudad, con una terraza muy agradable y un modernario que merece la pena una visita (he decidido llamar modernarios a los anticuarios de objetos de 2ª mitad del s.xx). se llama lambert.
cerca tampoco está mal la rue sain louis-en-l'ille, llena de restaurantitos y cafés apetecibles, y algunas tiendas que sólo tiene parís (hay una de especias). bordear la isla por los quai es algo que seguro ya habrás hecho.
enfrente es entretenido sacarle fotos a todos los sensores estropeados de la tontería del mundo árabe de nouvel, para reírse luego con los amigos.
más en serios, si no has ido, dedícale un buena mañana al museo de la edad media de cluny. no te pierdas el delicado jardín y la mejor pieza que es una capilla en planta alta con la réplica estructural en una loggia de planta baja. muy buenas.
una placita casi perfecta es la fustemberg, en el barrio de saint germain des près. no tiene nada, sólo cuatro tilos, pero merece la pena. ah, hay un museo de un pintor que no recuerdo, será uno de estos del cambio de siglo que estaban tan impresionados y han dado tantos ingresos a las arcas municipales. bueno, el callejeo de saint germain en general merece la pena, aunque la parte más turística de la rue de bucci y por ahí aburre. ah, en la rue des grands agustins (no el quai) está una de las tiendas de mariage frères, unas tiendas de té magníficas. cerca tienes l'hotel, donde wilde firmo las famous last words más memorables (ya sabes, lo de i dead as a lived, over my means) casi al lado de la ecole de beaux arts, conde empezó todo, quiero decir, el primer título de arquitecto. todas esas calles están llenas de galerías de arte donde puedes ver exposiciones de gente muy interesante. es como ir a arco a madrid, pero en un barrio bonito. eso sí, que no se te suba el pavo bohemio y evita el café de flore y toda esa estafa. ya no queda nadie interesante, sólo turistas intentando revivir un espíritu muerto. ah, la iglesia misma de st. germain es estupenda, claro, no te pierdas la girola.
hay una zona que no sé si conoces, con bares y restaurantitos asequibles llenos de parisinos. es por la rue de la butte-aux-cailles, cerca de place d'italie. he comido bastante bien en uno que se llama les temps des cerises, informal y gracioso.
bueno, supongo/espero que paseando por allí descubras muchas cosas interesantes y me las cuentes. si me acuerdo de algo más te escribo.
..."

se admiten más sugerencias.

10.5.08

ZEITGEIST

no, no me voy a referir a hegel ni su "espíritu de los tiempos", de hecho, si el pobre levantase la cabeza!
hablo de la película documental que lleva ese título (se puede ver pinchando en el título del post) y que estuvo tan de moda hace unos años entre una cierta progresía abonada a las teorías conspiratorias.
no lo había visto y por mediación de un amigo ha llegado a mi pantalla hace poco. el documental está bien y es complejo, pura postmodernidad líquida.
conviene verlo, aunque no debería ser apto para crédulos y papanatas en busca de intrigas antisistema, puede darles una subida de azúcar. resumiendo muchísimo cuestiona los cimientos de la estructura social que vivimos en cada uno de sus pilares, para acabar ejemplificando con la teoría conspiratoria del autoatentado del 1109, que tanto escandalizó en su momento. lo curioso es que estoy dispuesto a creerme casi todo (pero sólo casi).
y la pena es que esté concebido bajo los esquemas de la más rigurosa propaganda, lo hubiese firmado göebbels. esta cuestión que podría parecer anecdótica, sintáctica, da bastante que pensar sobre la intención de sus autores y editores, sobre la limpieza de sus fines.
aún así hay momentos y datos que, el día que los verifique, me van a dar mucho que pensar.

coda para los que la hayan visto: mientras llega la era de acuario seguiré yendo a ver la macarena.

20.3.08

DE ILUMINACIÓN HISPALENSE

Los pobres y los autónomos (con frecuencia la conjunción es redundante) tenemos por costumbre enfermar en días festivos. Así me veo en Jueves Santo, aplicando la norma y refugiado en casa. Esta circunstancia me va a permitir llevar al teclado una reflexión que, puntualmente, vengo haciéndome cada año tal día como hoy, a eso de las cuatro de la mañana.
En ese momento, si no hay circunstancias especiales como ésta, tengo por costumbre estar vestido de ruán negro en la calle Cuna, aguantando un parón mediano y esperando a que, bastante más allá, la Macarena nos deje pasar. Quien sepa de qué estoy hablando ya me ha entendido y a quien no no se lo voy a explicar hoy, porque no toca.
El caso es que el plantón y el mutismo dan tiempo para observar y pensar. Y en esa calle, como en muchas otras del centro histórico de Sevilla lo que se ve es una luz cenital, alta, mortecina, como de carretera. Porque son exactamente farolas de carretera las que iluminan esas calles.
Las grandes fiestas colectivas son momentos clave en los que una ciudad se reconoce a sí misma, porque es entonces cuando la sociedad que ha construido la ciudad y la habita saca a relucir sus porqués y sus cómos, su íntima visión del mundo en forma de disparate común. Es cuando los parámetros de la ciudad física se ponen a prueba, demuestran hasta donde funcionan. En ese sentido la Semana Santa le estira a Sevilla las costuras, la maltrata, la somete a la prueba del nueve. Y de esa prueba la ciudad suele salir bastante bien parada, aunque hay arquitecturas que demuestran mejor que nunca su desubicación y detalles que chirrían especialmente.
Uno de esos detalles es el mencionado de la iluminación urbana. Y, quede claro, no es que haya que iluminar la ciudad pensando en Semana Santa, es que en esta fecha singular se pone de manifiesto con especial inquina un horror que padecemos todo el año. Hay un número importante de calles del centro de la ciudad (Cuna, Sierpes, Javier Lasso, Trajano, O'Donell, Amor de Dios, Imagen...) que están iluminadas con unos infames lamparones de carretera periférica situados a la altura de una segunda planta, que ofenden a la ciudad con una iluminación indigna de una ciudad histórica como ésta. En Sevilla parece haberse olvidado esa cosa fundamental que es la luz que nos permite percibir la imagen de una ciudad durante las muchas horas de oscuridad. Hay una iluminación funcional, como de desarrollismo cutre, que algún ingeniero calculó con desgana hace mucho tiempo, con criterios de iluminación mínima basada en el tráfico. Pero Sevilla no merece eso, reclama su imagen (quizá su principal patrimonio), su belleza, y la luz para percibirla es un factor fundamental. Se oyen voces contra la singular iluminación de algunas zonas con intervenciones recientes (como en las plazas del Pan o la Pescadería) que, pese a lo que se pueda opinar de los soportes, desde el punto de vista que hablo son excelentes, pero sin embargo no se oye nada de esta infamia que se ha perpetuado en nuestra retina hasta hacernos creer que no puede ser de otra forma.
Quizá por suerte, una vez al año, en un parón, vemos delante nuestro un Nazareno antiguo bañado por una luz amarilla que ofende su belleza barroca, en un ambiente indiferenciado y sin contrastes. Ese momento nos devuelve la conciencia de la ciudad en la que vivimos y nos hace pedir para Sevilla una luz vibrante, brillante, matizada, específica, escenográfica... una luz pensada para cada esquina, para cada plaza... la luz que merece.

ps. el parche antes que el grano: no quiero excusas de eficiencia energética, la técnica ha avanzado lo bastante como para que cambiar el sistema de iluminación de estas calles suponga, además, consumir mucha menos energía.

17.2.08

EL NO VA MÁS ERA ESTO

Visita a la ampliación del Museo del Prado. 120208
Seré breve, sólo una reseña, porque me he propuesto evitar sistemáticamente la negatividad en mi visión de la arquitectura, así que queda poco que decir.
Mi amigo Carlos me lo advirtió, el exterior por otro lado no anunciaba grandes logros, aunque tampoco podía hacer presagiar lo del interior. Pero la loa mediática coral y unívoca me confundía, no todos podían estar equivocados, el tono y volúmen de las alabanzas a la finura del resultado, a la sutileza del viejo maestro me hacían albergar la esperanza de encontrar alguna clave magnífica que justificase la obra.
En fin, no me voy a recrear, pero prácticamente todo es desastroso. La impresión ha sido la de visitar en pesadilla un proyecto suspenso de la Escuela, pero suspenso con llamada de atención incluída.
La espacialidad y jerarquía de los volúmenes y usos es incomprensible, la circulación indigna, el diálogo con la preexistencia se evita o es miserable, la ejecución material penosa... el resto son salas pintadas de colorines con focos que supongo bien elegidos por algún técnico de la cosa. También espero que sean ciertas las alabanzas a los nuevos almacenes y zonas de trabajo, que no conozco. Lo de la anastylosis del claustro forrado de edificio... en fin, con ocho grados de temperatura en la calle tenía encendido el aire acondicionado. Paro que me estoy liando, seguro que tiene valores el edificio, pero volveré a mirar mejor otro día.
Lo que me inquieta es que este era el no va más, la apuesta de nuestra cultura oficial en el cambio de siglo, el azulejo de hasta aquí llegaron las aguas de la cosa cultural con el consenso de todos... ¿de verdad este fiasco es hasta donde llegamos?
Sé que la arquitectura llega mucho más allá. Pese a la marea de formalismo que contamina casi todo, la arquitectura española produce muchos frutos razonables y en ocasiones brillantes. ¿Qué ha pasado entonces para que este reto magno y singular se encuentre con semejante respuesta? Se admiten sugerencias en el apartado de comentarios.