según algún diccionario: colección de inscripciones recuperadas en fragmentos de lápidas de época clásica.

22.8.08

cita: el cante y la ciudad

hace unos días, antonio cruz me ha regalado una cita del cantaor manuel caballero:
"al cante lo lleva el tiempo de la mano".
venía a hacer monchi una bella analogía sobre el devenir de la ciudad como llevada de la mano por el tiempo, aliados que actúan con aparente independencia de la acción humana.
decía también una cosa importante, que la forma de la ciudad es más permanente que la historia y la sociedad que la habita, lo que no deberíamos olvidar arquitectos, urbanistas y políticos cuando planeamos y perpetramos nuestras fechorías. lo cual no es en absoluto una invitación al inmovilismo, sino a la sintonía con el fluir de los acontecimientos y sobre todo, a desarrollar una perenne curiosidad y un fino olfato para detectar los invariantes que construyen la forma de la ciudad, eso que alexander llamaba the timeless way of building.

17.8.08

CITAS. JULES RENARD

Como blogger es bastante malo como editor de blogs (desde ésta su casa recomiendo Wordpress) no se puede construir una página independiente que recoja de forma ordenada mis frases favoritas, así que a partir de ahora crearé la etiqueta "CITAS", bajo la que iré agrupando las que me vayan surgiendo.
Comienzo con algunas de Jules Renard;

http://es.wikipedia.org/wiki/Jules_Renard

La cita que encabeza la entrada "CANADA.04", es una de mis favoritas. La repito:
"Qué tranquilidad! Oigo todos mis pensamientos."
Me llama la atención porque refleja un hecho sutil y contradictorio con una de las bases de la filosofía estructura nuestra idea occidental del ser humano, porque propone que los pensamientos son algo distinto a nosotros mismos. Quizá para Renard fuese una simple paradoja para hacer llamativa su frase, pero se trata de una verdad fundamental para la espiritualidad oriental, lo que a finales del siglo XIX, antes de Wilhelm y Jung, no era tan obvio.

Lo de que las frases de Renard fuesen llamativas no es una gran novedad. El francés, sin duda gracias a una inteligencia brillante, pero también al afán de perpetuarse como fraseólogo a partir de un determinado momento, es una mina de citas. Cuando Dorothy Parker dijo aquello de que cuando se le ocurría una frase magnífica sospechaba que a Oscar Wilde ya la había escrito antes, se olvidó de Renard.

Recojo algunas otras:

- "Hay personas que no saben perder su tiempo solas y se convierten en el flagelo de las personas que trabajan."

- "Escribir es una forma de hablar sin que te interrumpan". (Si no, de qué íbamos a estar aquí los blogueros).

- "Cuando escribe uno tiene que estar todo el rato demostrando su talento a gente que carece de él". (Bueno, algunos escribimos totalmente liberados de esa obligación, pero vivimos de otra cosa, claro).

-"El hombre verdaderamente libre es el que sabe rechazar una invitación a cenar sin dar excusas". (Subrayo el verbo "sabe", no se refiere al que es capaz de hacerlo, sino al que tiene la superioridad de saber hacerlo, de hacerlo y quedar bien. Es este tipo de sutilezas el que hace superiores las frases de Renard).

- "Aunque no habla, se sabe que piensa tonterías". (Sublime, inmensa. Describe de un trazo un perfil atrabiliario, dificilísimo de caracterizar: el del tonto silente, tacituno, que vive haciéndose el interesante y con frecuencia consigue pasar por inteligente ante muchos).

-"Cuando me dicen que tengo talento no hace falta que lo repitan, lo entiendo a la primera".

Por último, un vaticinio profético:
-"Mis frases harán fortuna, yo no".

9.8.08

CANADA.05

MONTREAL.
La ciudad más grande de la provincia de Quebec y la segunda del país, la gran metrópoli francófona de América y segunda del mundo después de París, aunque claro, francés no se habla en demasiados sitios. Vive en una especie de neurosis por no saber si quiere ser una ciudad europea o americana. Llegando desde Toronto no hay duda, es mucho más europea, aunque supongo que si se aterriza directamente desde Europa la diferencia sería aún más abismal, destacando su carácter americano. Pero la cuestión no es analizar cómo es, sino cómo se reconoce a sí misma. Este dilema está sin duda incrementado o azuzado por la cuestión de la identidad/independencia quebecois, esa cosa un poco incomprensible que pasa en Canadá por la que muchos francófonos de Quebec se entretienen en vincular su singularidad fonética a un deseo de independencia política. Aunque pensándolo bien, Canadá es un país pintoresco políticamente. Su extrema juventud histórica aún ni siquiera se ha reafirmado. No mucha gente se para a pensar que es la única monarquía de América. Sí, ¿no te acordabas?, tienen reina, su graciosa majestad Isabel II, sí, esa, la Reina de Inglaterra es también reina de Canadá, lo que sólo recuerdas por su efigie en los billetes. Y nombra a un Gobernador General que la representa y que ahora mismo es una simpática negrita de Haití (¿?). Este hecho está vinculado a su pertenencia a la Commonwealth y de alguna manera hace que el momento de su independencia política de la metrópoli se difumine en la historia como una serie de concesiones británicas al autogobierno, a lo largo del siglo XIX, que culminaron en 1867 en una Constitución que para más inri se llama la Brithish North Améria Act y consagra el vínculo monárquico. En fin, espero que Juan Antonio, el gran fatigador de la Wikipedia, nos lo explique mejor, pero yo no acabo de verle la cosa nacional y patriótica al país. A lo mejor por eso son tan tranquilos y civilizados y se ocupan de cosas importantes y no de política. Y por eso choca más la manía pintoresca quebecois, que en realidad parece que viene de más antiguo, de cuando los ingleses le dieron a los gabachos por donde amarga el pepino y le quitaron la gran colonia y su enorme negocio. Entonces las provincias del norte eran francófonas y sólo una minoría en el sudeste se vinculaba a los ingleses neoyorquinos y bostonianos. Una cosa curiosa es que Old York es una de las poblaciones que originan Toronto, el nuevo ya lo conocemos todos. Solo la huída al norte de ingleses tras la independencia de Estados Unidos (ahí fueron los ingleses los que recibieron, je, je) aumentó la proporción anglófona y empezó a darle peso a esta cultura en Canadá. Parece que esa paulatina britanización es la que les viene molestando y quieren revivir una especie de herencia tardocolonial de raíz francesa, hablan incluso de promover un estatus de relación con Francia, a ver si quieren que le pongan a la Bruni como Gobernadora General…

Bueno, pues decía que todo ese follón de reivindicaciones y referéndum independentistas (perdidos) parece que alimenta el carácter singular de Montreal. El vector francófono es el europeizante, el anglófono y la emigración representan el corazón americano. Los barrios de mayoría francófona, como el Plateau Mont Royal son los más marcadamente singulares, curiosamente hay algo en su ambiente y arquitectura que me recuerda a esa Nueva Orleáns que no conozco más que por las películas. Los barrios del oeste de la ciudad nos ubican de Nuevo en ese Canadá puramente norteamericano, por más que ellos se esfuercen denodadamente en repetir que son muy diferentes a los estadounidenses. No niego las diferencias sutiles, pero mi capacidad para percibirlas aún no está suficientemente afilada.

El carácter híbrido, indeciso de Montreal es seguramente el responsable de que no me haya interesado especialmente. Es una ciudad más “bonita” que Toronto, como dice todo el mundo, tiene más calles llenas de casitas coloniales o neo-coloniales, más árboles en las calles, más iglesias historicistas imposibles, se enorgullece de su “centro histórico”, una rareza en América del Norte con un dédalo de calles ligeramente irregulares constituido por edificios en buena parte del S.XVIII, sin olvidar la impresionante Rue Saint Anne, el germen de la downtown que exhibe maravillosos ejemplos de proto-rascacielos eclécticos de XIX y primer tercio del XX y un caso impresionante de poderío urbano tardo colonial. Dicho lo cual no he sido capaz de extraer una impresión del carácter de la ciudad, es una especie de totus revolutus, un parque temático de intenciones inconclusas. Lo que más me ha llamado la atención en conjunto ha sido precisamente la sólida continuidad tipológica del extensísimo y ya mencionado barrio Plateau Mont Royal, “Le Plateau”, la meseta. Una retícula residencial de tres alturas, arbolada sin fisuras y con avenidas comerciales. La tipología que lo constituye en al menos un 80% es su típica casa, como en la que vivimos. Una casa entre medianeras con jardín trasero, en la que cada planta es una vivienda; la singularidad está en el acceso, el de la planta baja es directa y el de las altas es a través de una escalera en fachada que produce un porche en dos alturas adosado a una fachada retranqueada de la acera el espacio necesario para permitir ese sistema de acceso y relación con el exterior. La repetición del modelo, con multitud de variantes y singularizaciónes, produce unas calles singulares y muy vibrantes, además de un filtro singular entre lo público y lo privado. Habría que investigar el origen de ese modelo singular, que le otorga una gran independencia a cada una de las viviendas pese a ser un modelo plurifamiliar.

Bueno, cuando eso es lo más excitante que se puede decir de una ciudad, es que no te ha quitado el sueño ni siquiera un ratito.

7.8.08

de lo medible y lo inmedible

"A great building must begin with the unmesurable, must go through mesurable means when it is being designed, and in the end must be unmesurable"
Frase publicitaria de ECOTEC, software de Square One.

Para pensar, no está mal como proceso de diseño... Seguiremos dando vueltas.

6.8.08

100 MISERABLES VISITAS

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Hace unos cuantos meses, mucho después de comenzar el blog pero ya hace tiempo, le coloqué un contador de visitas. Debo de suponer que funciona bien, parece un mecanismo sencillo.
Normalmente no le presto atención, pero hoy me he sorprendido con la redondez del número 100. Hay blogs que reciben miles de visitas diarias y Lapidaria ha merecido 100 miserables visitas en bastantes meses.
La reacción instintiva a sido de decepción, lo reconozco, internet nos acostumbra a las grandes cifras. Pero entonces he reflexionado: La dirección de este blog la tenéis un número reducidísimo de mis más estimados amigos, quizá menos de diez. Ese 100 significa que en cien ocasiones un querido amigo ha dedicado su tiempo a abrir este blog y, quizá, ha prestado su atención a lo que escribo, llegando incluso a dejar algún comentario; significa que en cien momentos alguien cuya opinión me importa se ha interesado por lo que yo opino.
Y entonces esa cifra me ha parecido descomunal, asombrosa, totalmente inmerecida, si la entiendo como una suma de decisiones personales, de momentos privados, una renta de cariño expresado en nada menos que 100 miserables visitas.
Gracias.

1.8.08

CANADA.04

"¡Qué tranquilidad! Oigo
todos mis pensamientos!"
Jules Renard

Keswick, Lago Simcoe.

Pajaros, ardillas, alguna marmota y otros bichos que son como ardillas pequeñas y a rayas, además del gato Columbo, son nuestra compañía en la casa del lago Simcoe, el menor de los Grandes Lagos, que debe de ser más grande que el mayor de los que hay en Europa. Chelsie viene una vez al día a dar de comer al gato, pero aún no la he visto. Los coyotes aúllan por la noche, pero nunca se dejan ver, como Chelsie. Lobos y osos raramente bajan a esta latitud en verano, y los zorros de cola blanca son visitantes invernales.
No cuento a los abundantes insectos como compañía, porque mi capacidad de relación con ellos es aún limitada. Parece que la brevedad del verano en esta tierra concentra la vida en pocos meses y hace que su presencia sea más afanosa.
La variedad y vistosidad de los pájaros es notable, no recuerdo nada parecido en nuestros campos. Hay una multitud de llamativas variantes en la talla gorrión; el siguiente tamaño, próximo a una paloma pequeña, cuenta con menos especies, las más coloridas, como una roja intensa con alguna mancha negra y pequeña cresta el macho (supongo), y parda con toques rojos la hembra. Por cierto, Columbo nos trajo una al salón a la hora del desayuno; estaba aún viva y hubo que cazarla con red para devolverla al bosque. Considerando que el salón tiene cinco metros de altura, la captura sólo fue posible porque la pobre tenía un ala maltrecha por culpa de nuestro pequeño tigre. Todavía con plumas en el hocico no parecía transmitir ninguna sensación de culpa, lo que me hizo pensar el la ley natural y le ahorró una reprimenda inmerecida. No sé si el pájaro sobrevivirá en su estado, pero sentí que no me correspondía intervenir más en el ciclo vital y lo dejé a su suerte; puede que ya se haya integrado en la cadena trófica en forma de desayuno de algún pequeño carnívoro. Otra de las especies es azul, blanca y negra, con toques amarillos. estos, más sociables, forman siempre pequeños grupos. Estas últimas especies parecen super-jilgueros de otros colores. ¿Por qué no tenemos tantos pájaros bonitos en España? A lo peor es que nos los hemos cargado. Aunque sospecho que por algún otivo el continente americano, de norte a sur, se entretiene en producir animales más llamativos y con mayor variedad que la cansada Europa, y no es sólo una cosa de los trópicos.
La talla mayor de pájaro que tenemos en nuestro pequeño cielo es la de los descomunales cuervos y alguna gaviota. Bueno, y mirando para abajo los pavos salvajes que corretean por el bosque (machos no he visto).
El conjunto produce un continuo concierto de trinos, cantos y graznidos, tan variados como los plumajes, que, como siempre repito, hacen de la naturaleza uno de los sitios más ruidosos en los que se puede estar.

Los visitantes más divertidos son las ardillas. He aprendido que se trata de la ardilla gris americana, lo que por algún motivo quiere decir que la mitad son negras como mihuras. Sin ser ardillas de parque, se dejan ver sin demasiado problema mientras comen, corren o realizan todo tipo de piruetas. Hoy he visto una persecución increíble, parecía un juego, puede que estén en celo. Dos ardillas describían arriba y abajo espirales entrecruzadas por un largo tronco de árbol. Era un movimiento rapidísimo, inverosímil si no lo estuviese viendo, reproduciendo un patrón de movimiento que sugiere una danza sofisticada. Pero lo más entretenido es verlas comer, pelar pipas, comunicarse, vigilar, todo con una gestualidad cómica. Ah, he descubierto que emiten una especie de ladrido tenue al ritmo de un movimiento de cola. (Lo maravilloso de la ignorancia es que uno puede descubrir hasta las cosas más banales).
Su pariente pequeño y rayado es mucho más discreto.
También nos anunciaron mofetas, pero la fortuna de nuestras pituitarias nos las ha ahorrado hasta el momento.

La otra compañía, en forma de banda sonora, es la lluvia, los truenos y el viento en los árboles, que componen momentos de gran belleza. Para eso es importante la variedad de vegetación: el pinar cercano compone el fondo continuo, se le superpone la armonía de los álamos, chopos, olmos y arces, además de la mayoría de especies que no conozco, cada uno con sus ritmos y timbres. Mis amigos músicos sabran perdonarme la torpeza del símil musical y me ayudarán a mejorarlo.

En fin, resumiendo, que considerando que la naturaleza me resulta un mundo ignoto y de interés casi nulo, se verifica una vez más que la percepción es resultado de una función que depende, exponencialmente, de la variable tiempo.

Nota: Corroborando lo anterior, he investigado en la biblioteca de la casa, hasta poder concluir que el pájaro rojo es el Northern Cardinal (Cardinalis Cardinalis) y el azul el Blue Jay (Cyanocitta Cristata), lo que no he acabado de aclarar es si son los primos gilgeros de zumosol, parece que el azul puede ser un córvido (?). Después e estas notas nos ha visitado un bellísimo pajaro amarillo y negro, que sí era un jilguero, el American Goldfinch (Carduelis Tristis) o, directamente traducido, jilguero americano.
Ah, la microardilla a rayas es el Least Chipmunk (Tamias Mínimus).