según algún diccionario: colección de inscripciones recuperadas en fragmentos de lápidas de época clásica.

3.6.07

HOMEBODY KABUL

quiero dejar constancia de una breve y tardía reseña sobre un raro espectáculo teatral, "homebody, kabul" (en casa, en kabul) producido por el teatro español de madrid. raro por algunos placeres teatrales y literarios que brinda, y que, por desgracia, son escasos ya en nuestras tablas.
me refiero a dos placeres en concreto: uno el texto de tony kushner, en concreto la primera parte, porque la obra se divide en dos partes bien diferenciadas, la primera de las cuales es un monólogo genial de una señora inglesa que manifiesta desde su casa su fascinación por kabul y afganistan, mientras que en la segunda, separada por el tiempo y el espacio, su familia busca su cadáver en kabul en una serie de aventuras y peripecias un tanto histriónicas que parecen superar el formato teatral y están pidiendo a gritos una buena película dramática (kushner es el guionista de "munich" de spielberg). la abismal diferencia de ritmo, estructura y dramaturgia de las dos partes merecería un comentario que ahora no voy a escribir, pero se podría pensar en un espectáculo mixto en el que la primera parte se desarrollase como monólogo teatral y la segunda se proyectase como película... pero iba a la primera. se desarrolla con la máxima sencillez como monólogo, con un texto dificilísimo, culto, irónico, fragmentado, brillantísimo... la interpretación de vicky peña es el segundo gran placer de la obra, y este es de orden teatral, actoral. se echan de menos estas grandes interpretaciones en las que una actriz es capaz de mantener en vilo a la platea durante casi un hora, sentada y con un libro en las manos, en una mezcla sincopada y neurótica de recuerdos, historia del medio oriente, deseos, traumas, dibujando un personaje que al principio roza lo inverosímil pero que conforme avanza la obra se revela como uno de esas grandes creaciones (entre el autor y la actriz) que quedan como referencia del teatro de una época.
la dirección de mario gas no debe ser ajena a esta creación, y soy muy poco sospechoso de simpatías por el individuo, aunque la segunda parte se le va entre las manos y ahí podría insultarlo tranquilo, menos mal.
en fin, que si en un futuro veis el cartel de la obra en algún teatro del mundo, no dejéis de ir a verla... y podéis reservar mesa para cenar una hora después del comienzo.