LAPIDARIA

según algún diccionario: colección de inscripciones recuperadas en fragmentos de lápidas de época clásica.

3.12.11

Lost (& found) Japan


Casi todos los que nos hemos acercado a Japón en algún momento conocemos, al menos de referencia, el libro de Alex Kerr, "Lost Japan". No creo que haya libros imprescindibles, pero si los hubiese, éste merecería considerarlo entre los candidatos.
Sin duda uno de los mejores libros que conozco para familiarizarse con un país. No es un libro de viajes, pero sí un libro iluminador para el viajero, escrito por un estadounidense que ha dedicado toda su vida a Japón, hasta el punto de que el original fue escrito en Japonés.
Después de una lectura reveladora, para consolidar su memoria y su referencia, voy a transcribir algunos pasajes que me han resultado sugerentes, brillantes o me han hecho descubrir el camino hacia determinadas claves del país del oriente. Procedo:

"...
The grand old Japanese houses were not just houses. Each house was a 'program' - designed to unfold and reveal itself in stages, like unrolling a handscroll. (pg.16)

For Japan as a nation, the old world has become irrelevant; (...) In contrast to Europe, change came (...) in a truly precipitous fashion. What's more, these changes were introduced from a completely alien culture. (pgs 26,27)

Japan is a country where the exterior is more often valued over the interior. (...) The importance of the exterior may be seen in the conflict between tatemae (oficially stated position) and honne (real intent)... (pg.64)

Focus on the 'instant' is characteristic of Japanese culture as a whole. (pg.65)

Japan is not a country of thinkers. (pg.113 - recomiendo revisar en el libro las consecuencias de este sorprendente argumento).

The Japanese educational system aims to produce a high average level of achievement for all rather than excellence for a few. Students in schools are not encouraged to stand out or ask questions, with the result that the Japanese become conditioned to a life of the averaga. Being average and boring here is the very essence of society, the factor wich keeps the wheels of all those social systems turning so smoothly. (pg.115)

There is an ancient Chinese saying, 'Calligraphy is a portrait of the heart'. (pg.126)

Tea ceremony is aesthetics for unaesthetic people (...) Zen is profundity for shallow people. (...) Westerns with their full-blown personalities are infinite in interest as human beings. But Western Culture is so limited in depth. The Japanese, on the other hand, so restricted by their society, are limited as human beings, but their culture is infinitely deep. (pg.140)

... the people of Kyoto has eveloped the technique of never saying anything. (pg.173)

Much has been written about the way Japanese buildings harmonize with nature, but there is another side to this: the strong tendency to bind and restrict nature. (pg.186)

The ultimate luxury -complete functionlessness- is absent. Zen, in particular, is a serious affair: mu (nothingness) is a virtue, but muyo (functionlessness) is a sin. (pg.193)

Sitting in front of a pachinko machineis the modern form of meditation. (pg.209 - fascinante la reflexión extensa sobre los pachinko)

With everyone so well behaved and satisfied with their mediocre lives, Japan specializes in low-level pleasures. (...) Pachinko verges on sensory deprivation. It is the ultimate mental numbing, the final victory of the educational system. (pg.223)

The military ethos is still a dominant force in Japan society. (pg.239)

From gardens to tea bowls, all objects (for Japanese art) are designed to be seen from one particular point of view. (pg.255)

CItando a Kawase (maestro de Ikebana): "Showing something natural is its native state, is not art. Artifice piled on artifice, giving you the illusion of the natural - that's art. (...) Only the most perfect dream aproaches reality." (pg.256)

6.11.11

una vez más, el DAO

una vez más, cortesía de JM Cabeza:

Lo que se llama calamidad es con frecuencia fortuna disfrazada.
Detrás de lo que se llama fortuna, acecha a menudo la calamidad.
¿Quién sabe cuál será el resultado final? Quizás este no exista.
Lo correcto puede terminar siendo erróneo, y lo más bueno resultará malvado.
En verdad, las personas han estado equivocadas mucho tiempo acerca de esto.

- Dao De Jing. Capítulo 58.
祸兮,福之所倚;福兮,祸之所伏。孰知其极:其无正也。正复为奇,善复为妖。人之迷,其日固久。

postmodernidad

"El posmodernismo fue así, desde finales de los años setenta, como la palabra ambigua que tapaba el desorden y designaba lo que en verdad no significaba nada tras el ambiguo fin de la modernidad. El fin de la modernidad y con ella la firmeza de las convicciones, la importancia de la política y la fe en la producción. Todo el arsenal de conceptos y referencias alternativas había quedado aparatosamente abatido con la caída del muro de Berlín y, en su lugar, sólo aparecía un solar. ¿Para levantar una nueva torre, un nuevo proyecto central? Nada de nada. Un gran solar destinado para especular. Especular o crear mediante un delirio de imágenes repetidas, reflejándose entre sí, el colapso de lo mismo en lo mismo, la Gran Crisis de época, no sólo financiera, sino la Gran Crisis del destino despojado de destino, alzándose el futuro como una figura sin rostro, donde se fundía el no saber qué hacer con el no saber en qué creer..."

Vicente Verdú


Sirva esta cita como punto de apoyo para comenzar una reflexión sobre la postmodernidad, concepto útil desde una perspectiva que ya podemos comenzar a llamar histórica, para fundamentar el momento histórico en el que estamos desembocando, desde la evolución de sus raíces en el pasado siglo.

3.11.11

alma, piel, Abe

Kôbo Abe 公房安部:


“si el hombre tiene un alma ésta debe residir en su piel”


(文明の高さは、皮膚の清潔度 に比例しているという。人間に、もしか魂があるとすれば、おそらく皮膚に宿

っているにちがいない)


Traducción, como no, de José Mª Cabeza.


Esta cita me resuena, vibrante, por que vincula el espíritu a la sensorialidad, lo que parece diametralmente opuesto a casi cualquier concepto que conozca en las tradiciones occidentales.


Nota:

El autor de la traducción, J.M. Cabeza, tiene la cortesía de ampliar la cita a su texto completo, que aquí reproduzco según su versión:

"la altura de una civilización se mide por el grado de limpieza de su piel, si las personas tienen un alma esta debe sin duda residir en la piel."

Sin duda el texto ampliado tiene resonancias racistas inquietantes. Habrá que leerlo en su contexto para entenderlo mejor.

Este es uno de esos casos en los que el fragmentarismo ofrece lecturas alejadas y quizá opuestas al original.

6.8.11

los españoles y el saber

En algún momento del comienzo del siglo XX, Pío Baroja nos clasificó a los españoles como sigue:
"En España hay siete clase de españoles. Sí, como los siete pecados capitales. A saber: 1. Los que no saben. 2. Los que no quieren saber. 3. Los que odian saber. 4. Los que sufren por no saber. 5. Los que aparentan que saben. 6. Los que triunfan sin saber y 7. Los que viven gracias a que los demás no saben. Estos últimos (...) se llaman a sí mismos políticos y a veces hasta intelectuales".

Es fantástico hasta qué punto somos fieles a nuestra esencia, seguimos siendo como hemos sido, un siglo no nos ha cambiado. Acaso fuera útil reflexionar sobre el porcentaje de los asignados a cada grupo, ahí podríamos ver un dibujo de la evolución de nuestra sociedad, si es que tal cosa se ha producido.

15.7.11

corazón tan plasta

Entre las diferencias que permiten distinguir una obra maestra de un ejercicio monumental de pedantería literaria, está que la obra maestra tiene ideas y hallazgos que el pedante se empeña en demostrar que ha tenido, o al menos intuido.

"Corazón tan blanco", novela que ha dormido intacta en mis estanterías quizá más de quince años, por alguna razón sin duda sabia, parece haber sido escrita a golpe de recurso literario que la vehemencia de la juventud o el exhibicionismo de su autor han impedido velar convenientemente en el flujo natural de una narración razonable, y se muestra impúdicamente sobresaltando, dificultando la lectura, convirtiéndola en un pasatiempo estilístico en el que uno imagina al fantasma (espíritu, quiero decir) de Julián Marías sentado a su lado, con una sonrisa satisfecha, encantado de estar propinando tanto susto a su lector.

17.6.11

de la creatividad

una cita, para pensar y discutir otro día:

"Para ser realmente creativo, original y espontáneo necesitamos conectar con y partir de la consciencia: ese espacio vacío y silencioso del cuál todo surge.

El desafío de este proceso es “dejar ir” lo conocido, lo familiar, lo viejo, y estar disponible al momento presente, sin empujar, sin retraerse, respondiendo a lo que está aquí-ahora con coraje, en confianza y sinceridad."

Pertenece a Jack Knorfield, de su libro "Después del éxtasis, la colada", que no conozco, pero tiene una pinta de autoayuda que tira para atrás.

En cualquier caso me interesa la doble lectura que presenta: por un lado, la evidente de relacionar la creatividad con la experiencia del momento presente, (sólo) aparentemente contradictoria con el recurso tradicional a la imaginación; por otro lado, la implícita de situar el acto creativo en un punto vertiginoso, próximo al vacío que produce la consciencia. Esta segunda lectura requerirá probablemente de cierta experiencia en el campo de la meditación para comprender de qué estamos hablando.

11.6.11

hilights curso COMPOSICIÓN 1011

citarse a uno mismo está muy feo. pero esto no es exactamente lo mismo. un alumno de este curso, Gustavo Recio, que espero que se lo haya pasado en clase tan bien como yo con ellos, ha tenido la poca vergüenza de enviarme una lista de frases que he soltado en clase.
para quien no se ubique, han sido proferidas en clases de COMPOSICIÓN ARQUITECTÓNICA, durante el curso 2010-11, en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Sevilla.
el descaro (que no las frases) merece ser recordado y, además, incluir la recopilación me parece muy apropiado al espíritu fragmentario de LAPIDARIA de este blog. no me interesa lo que dicen, ni sería quizá lo que yo hubiese querido que se recordara de lo que he dicho, pero da igual, lo importante es que son las frases que le han llamado la atención a otra persona, eso es lo que me interesa.
el origen, contexto e intención es variopinto, y el significado no siempre está claro, ni siquiera para mí. pero queda el documento, ahí van:

“La arquitectura no es eso que sucede para que los poderes fácticos se perpetúen. A ver si nos vamos a haber contagiado de algún alcalde…”

“Esta mujer, por ejemplo, podría ser un gato.” (aquí, realmente, no sé a qué me refería...)

“La catedral de Sevilla… un edificio bastante feo, bastante tonto, bastante mal hecho… ¿no?.”

“Hoy estoy fácil...”

“Corbu estaba bien, pero tampoco es para ponerse así, además podemos hacer cosas agradables.”

“- Mire usted, yo quiero tetas y sopa.

- No, porque no cabe en la boca.

- Bueno, un poco de orden, deme usted tiempo”

“No podemos llevar un siglo haciendo cosas que nadie entiende y pretender que sigan encargándonoslas.”

“No creo en el bioclimatismo. Creo que la técnica bioclimática debería estar presente siempre en la creación arquitectónica. El problema es que no lo está y cuando lo está hay que decirlo.”

“Los fractales sabeis lo que son, ¿no? Ya llevan de moda veinte años, es suficiente como para que todos los profesores hayamos dicho algo sobre eso, que queda bien.”

“No debemos refugiar nuestra ignorancia en palabras grandilocuentes ni pretendidamente incomprensibles.”

“Hay arquitectos que por su experiencia o por su edad se les espera cierta madurez y de repente cometen un atentado, perpetran un edificio.”

“¡Huid de la aleatoriedad! No está entre vuestros encargos.”


A propósito del post, una amiga y ex-alumna me ha enviado un vínculo al foro de la ETSA, de donde me saca las siguientes perlas:

" La folie era donde el señor del castillo se iba a limpiar el polvo a las estatuas con la doncella"

"Ese angelote maya se parece a Peter Seller,no puede ser mas inexpresivo"

Este año (2007) en clase de composición una chica defendía un proyecto en el q planteaba desviar el agua de un río bajo tierra. A lo k "el Bendito" le dijo k era una burrada. Ella protestó: "¡pues la alcaldesa de Málaga también defendía esto!" Respuesta de Benito: "Ya, es que la estupidez no es patrimonio de unos pocos" Sin comentarios. (Debo decir que aún sigo manteniendo esta idea...)


LOS ANTIGUOS DIRIGENTES...

Mi querido amigo José María Cabeza nos ha regalado este texto del maestro Zhuangzi (o sería más apropiado decir el Maestro Zhuang), traducido por él mismo.

Escrito hace 2.400 años, el fragmento está habitado por el genio de la inmortalidad, que distingue a las obras maestras. Entre otras cosas ilustra sobre el carácter cíclico e irreductible de la naturaleza humana. Léanlo y asómbrense:

"Los antiguos dirigentes creían que el éxito del gobierno residía en el pueblo y el fracaso en ellos mismos. Por lo tanto, con que una sola persona perdiese la vida eran capaces de aceptar su responsabilidad y retirarse. Pero ahora es diferente. Los dirigentes actuales ocultan lo que debe hacerse y desprecian al pueblo llamándole ignorante cuando no les comprende. Infligen dificultades a los ciudadanos y los denuncian cuando no pueden superarlas. Imponen cargas excesivas y castigan a aquellos que se rebelan; fuerzan a los ciudadanos a trabajar hasta la extenuación y si no pueden continuar son eliminados. Cuando la gente ha llegado al límite de su capacidad y de sus fuerzas cae en el engaño. Si los dirigentes recurren a la hipocresía a diario, ¿cómo será que los funcionarios y el pueblo no se han de volver hipócritas?

Cuando la resistencia es insuficiente, la hipocresía aumenta; cuando el conocimiento no es suficiente surge la decepción; cuando escasean los bienes se incrementa el robo. ¿A quién deberíamos entonces culpar por tales actos de asalto y piratería?"

古之君人者,以得在民,以失在己;以正在民,以枉在已。故一形有失其形者,退而自。今不然,匿物而愚不,大为难而罪不敢,重任而其涂而不至。民知力竭,伪继之。日出多,士民安取不。夫力不足则伪,知不足欺,不足盗。盗窃之行,于谁责而可乎

28.5.11

manual operativo para indignarse con futuro

estamos indignados.
muchos.
y los acontecimientos públicos recientes han sido una muestra, pero sólo una, de ello.
¿y ahora qué?
se reclama una democracia real, lo que es una muy noble aspiración de un pueblo. y somos multitud los que creemos que es una aspiración realmente pendiente, que nuestra partitocracia instrumental al servicio de grupos de intereses espurios está lejos de ser una democracia real. en realidad creo que nadie que no esté cobrando de un partido o espere hacerlo pronto dirá que vivimos en una democracia real.
volvemos al pálpito social, al llamado movimiento 15-M.
¿qué está pasando y, sobre todo, qué podría pasar?
la toma de las plazas ha sido una de las cosas más emocionantes de los últimos tiempos. y lo ha sido por variopinta, espontánea, ciudadana y auténtica. no lo ha sido por la presencia de antisistemas de plantilla, ni por la aparición de famosillos en busca de foto o de políticos en caída libre intentando rentabilizar la cosa. eso ha sido lo peor. pero ver a un ama de casa con el carrito de la compra y un cabreo considerable daba un aire de esperanza a lo que estaba pasando.
las elecciones han sido un hito en el movimiento y, de otra forma, también han expresado la indignación de los españoles. aunque son dos fenómenos distintos y los indignados han manifestado insistentemente su rechazo al bipartidismo, la necesidad celular de extirpar al PSOE ha llevado a mucha gente de la plaza, directamente, a votar al PP, con frecuencia tapándose la nariz y después ya veremos.
el caso es que han dejado una sensación de ¿y ahora qué?
y me parece que se están equivocando. la plaza es un punto necesario de atención y un símbolo, pero corremos el riesgo de que esto se quede en un movimiento callejero marginal y puntual, y eso no es la democracia real, sino el reino del perroflautismo ilustrado, que puede acabar copando el movimiento y dejándolo en anécdota, con su momento de carga policial incluido, que da mucho juego en el feisbu y en la charlita mientras se pasa la litrona.
la democracia real requiere organización e instrumentos representativos a los que pueda acceder una mayoría de la población. estoy hablando de un consejo significativo de ilustres independientes dispuestos a dar la cara, de un foro amplio y público de debate y propuesta, de leyes de representación y de internet.
podemos vernos, sí, un domingo al mes para mantener viva la llama y reclamar presencia ciudadana y mediática, pero de ahí no saldrá una democracia real, sino de canales efectivos de representación. ¿dónde están los manifestantes informáticos, que no han implementado ya una plataforma de votación on-line, sobre propuestas que puedan hacer grupos de ciudadanos que se organicen, así mismo, en la propia plataforma? sobra software y práctica en la red, como ha demostrado la organización y difusión del evento. y para los abuelos sin internet, centros cívicos espontáneos, carpas con ordenadores, lo que haga falta...
la cuestión es tan evidente, que si no llega a organizarse por esta vía caerá sobre los promotores del 15-M la sospecha de que su objetivo no era una democracia real. pero especular sobre cual podría ser es otra cuestión.
quizá ningún otro momento de la democracia española (europea) ha sido tan propicio para que un cambio sustancial se opere, modificando radicalmente los canales de poder realmente popular. ese simple cambio instrumental es el que acabaría desestructurando el sistema actual, que ninguna otra barricada ha conseguido ni conseguirá desestabilizar. si no se aprovecha esta ocasión tendremos que plantearnos seriamente nuestro derecho a ser un pueblo que gobierna su destino o si, por el contrario, estamos en las manos que nos merecemos, que íntimamente deseamos.

24.4.11

creative driving


El tráfico en India es una revelación con consecuencias multidimensionales.

Nuestro sistema de pensamiento racional admite una relación causa-efecto con incrementos lineales o exponenciales. Basados en esta creencia se emiten normas y penalizan las infracciones, convencidos de que a mayor número de restricciones la seguridad será mayor y que, a menor número de infracciones a las normas de seguridad, el número de accidentes y de víctimas consecuentes disminuirá.

Este es nuestro acuerdo y nuestro contrato social al respecto.

Si fuese cierto, aplicando la lógica lineal (o peor, exponencial, según nos amenazan) de infracciones->riesgo->accidentes->víctimas, las calles de las ciudades indias estarían sembradas de cadáveres, víctimas de accidentes de tráfico; pasearíamos por cualquier calle de Delhi entre el ruido metálico de los choques y el gemido de los moribundos. Y sin embargo no es así. Desconozco las estadísticas, pero desde luego, sea mayor o menor el número de incidentes que sufren, no alcanza a constituir la hecatombe que sería consecuente con nuestra lógica.

¿Cuál es la explicación? La precisa y completa excede con mucho a mis conocimientos, pero ensayaré el boceto de una.

La única posibilidad no sobrenatural que vislumbro es que el tráfico constituya un sistema de flujos interrelacionados, sistema que puede responder a más de una estructura y que, dentro de cada estructura, presenta una lógica distinta, con leyes de funcionamiento, pero también de variabilidad, que difieren entre sí. Por lo tanto, no se puede predecir el comportamiento ni las variaciones de funcionamiento que se registrarán al introducir una modificación, aplicando las leyes de una estructura a otra.

El tráfico en India es inverosímil para los esquemas occidentales. Los niveles de “autonomía” en las decisiones de cada conductor, sin aparente sujeción a ninguna regla, rozan el absoluto. Es la selva casi perfecta. Un policía de tráfico aparece ocasionalmente con una larga porra de bambú, pero solo introduce más caos, con lo que la imagen que transmite es de castigo arbitrario de un dios cruel, y no de orden. Hay un lenguaje sonoro muy intenso. Todo el mundo usa su bocina continuamente, con el fin aparente de crear una burbuja acústica que anuncie su trayectoria a quien no lo vea. El resultado atronador parece no molestar a nadie e incluso funcionar. Pitando uno puede elegir cualquier camino, carril o dirección, abalanzándose contra peatones o bicicletas en sentido contrario. El adelantamiento selvático no respeta más límite que el del espacio geométrico que permite el paso, y aún éste se somete a especulaciones en el límite (acaso las primeras teorías cuánticas se urdieron en medio de un atasco en Kolkata).

El pandemónium resultante dista de ser comprensible de forma sencilla por un occidental, que por lo general reacciona con una mezcla de pánico y resignación.

Pero lo cierto es que, mal que bien, el tráfico funciona, con resultados de tragedia que no deben de ser tan distintos de los nuestros, al menos no proporcionalmente.

Hay que pensar que la estructura relacional es distinta, como sus normas intrínsecas. Esa estructura es coherente y autoequilibrada por elementos diversos que no voy a intentar analizar. Pero está claro que su interacción consigue un cierto tipo de balance no tan distinto al de otros sistemas.

Lo importante es que todos los participantes en el sistema se integran con pautas compatibles. A borde de un auto-rick en el caos (¿pero hay un cosmos alternativo?) de una avenida de Varanasi se me ocurrió pensar que si en ese momento se soltasen veinte daneses en moto en esa avenida, sobrevendría una masacre; el resultado en accidentes y bloqueo se me antoja incalculable. Ni peor ni mejor que si en el ordenado tráfico de una avenida de Franckfurt se sueltan veinte tuc-tucs de Delhi.

Jhansi. Enero 11

23.4.11

is there anybody out there?

"These days no one ever reads anything. If they read, they don't understand. If they read and understand - they forget immediately"
Atribuido al escritor polaco Stanislaw Lem en una entrevista.

BENARÉS


Inefable. No soy capaz. En estado de shock. Incomprensión. ¿Qué ha sucedido?. De lo que he leído, nada ha conseguido transmitirme los niveles de podredumbre, decrepitud, ruina y miseria que ostenta. No debe, por tanto, ser transmisible con la palabra. Y su experiencia no es recomendable. Aquí es donde los textos dicen “y sin embargo”…. No, no hay sin embargo, no hay proposición adversativa posible. La mierda es mierda y, además, es sobrecogedor, con momentos hermosos, fragmentos memorables.

Nada es como uno espera (nada es como yo esperaba). Lo que obliga a recomponer la estructura del mito, que es algo más complejo que fabricarlo nuevo, porque el nuevo intento de comprensión lucha siempre con la precedencia. Ese mito previo se construye sobre fragmentos recolectados (generalmente triunfan los tópicos más repetidos, sean verbales o gráficos) y ensoñaciones personales que le dan estructura.

La imagen que se exporta de Benarés está extremadamente descompensada por la escasa presencia de suciedad extrema. Integrarla en el proceso de reconstrucción es difícil, sin destruir todo lo demás.

Probablemente el nivel de degradación generalizada tenga muchos factores. La aculturación que respecto a sus raíces supone el mundo contemporáneo debe de ser uno, con seguridad. El desconocimiento de los parámetros en los que se construye ese nuevo mundo y lo que se espera de él. También la desestructuración del sistema de jatis[1], que deja a mucha gente sin función y a muchas funciones sin actor que las cumpla. Por otro lado, Benarés es una ciudad que ha reventado por las costuras. La avalancha de peregrinos y de turistas de diversa especie, así como probablemente de inmigración de aluvión, persiguiendo los supuestos réditos de ese turismo, la ha saturado y disfuncionalizado.

El resultado, insisto, es un grado inusitado de decrepitud, descuido y cualquier tipo de suciedad que el hombre pueda producir. La suma de estos tres factores es sobrecogedora, destructiva, paralizante. Por primera vez, no bromeo, al ver una rata por la calle he sentido una instintiva sensación de asco y pena por la pobre rata, que tenía que deambular por un sitio tan sucio.

Y dicho esto, la grandiosidad del espectáculo humano tiene lugar en Benarés. “Grandioso” aquí no es positivo, es dimensional. El vértigo mostrenco de cada sentimiento, sublime o mísero, de cada acción, de cada intención y sus opuestos simultáneos se verifican en esta ciudad. La muchas veces santa y milenaria acoge el teatro del mundo en toda su amplitud y matices. Esta densidad, que se sostiene sobre la compleja y vieja alma india e hindú, es un espectáculo casi tan impresionante como la mierda. Desde la más perfecta mística hasta el más abyecto tráfico infantil conviven aquí. Y casi todo se puede contemplar simultáneamente en uno de los mayores escenarios construidos por el hombre: los ghats que bajan hasta la Gran Madre Ganga. Quintaesencia de la ciudad, su razón de ser, mundo paradójicamente axial y periférico[2], la línea de más de cincuenta ghats urbanos es el ágora y el espacio multifuncional de la ciudad, fachada y trasera, plaza y mercado, el mayor de los templos y de los vertederos que imaginarse pueda. Con ironía blasfema ( si tal cosa existiese en el hinduismo) deberán nombrarse al Ganges, en cuanto diosa que es, patrona de la jati “dalit”, la de los basureros, pues es diosa y cloaca.

De todas las funciones pocas sobrecogen como la del crematorio ritual. Hay dos ghats dedicados a este fin (pero entre otros, nada aquí es unívoco). El más propicio y mayor para el trance final es el más céntrico, que se encuentra más al norte. El Ghat de Manikarnika es la antesala del infierno. Dantesco es aquí un adjetivo riguroso. La ciudad parece crecer en altura y se cierra formando un hemiciclo terrible para asistir al fuego y tiznarse con la ceniza de los muertos. Hogueras fúnebres (varias), vacas hurgando en montañas de basura, pilas de leña como edificios, barcazas, chiringuitos, humo, familias miserables o que lo parecen, templos decrépitos, turistas, curiosos, leprosos y pedigüeños de cualquier ralea, los sadhus más enloquecidos, más vacas, ríos de mierda, tiendas de exvotos y de cualquier complemento necesario para la cremación, que en India son muchos, vendedores de chai que ya no lo protegen de la ceniza,

perros sarnosos peleándose, barcas de curiosos acercándose con un aspirante a guía fingiendo respeto a voces desde la orilla, cortejos fúnebre bañando a un muerto, cuervos rebuscando, monos robando, sacerdotes miserables engañando a un turista, brahmanes descastados realizando pujas entre excrementos, mujeres aburridas tras las tapias de los altares, vaharadas de orín, chapiteles negros de humo, caras sin alma.

En Manikarnika, Ganga ha dejado de ser amable y maternal, es ya sólo un sumidero, santo pero sumidero. De espaldas al resto de la orilla (no es casual), encerrado en sí mismo, este ghat abre la faz terrible de la naturaleza que nos absorbe. Una promesa, cuyo supersticioso origen olvidaron, hace creer a los hindúes que este lugar, esta muerte, este fuego y no otro, los liberará del samsara, pero ¿a dónde conduce esta puerta? ¿de dónde nace esta superstición tan alejada de las Upanishads? ¿Que alimenta esta cara terrible de la tradición bhatkica menor?

Este foco negro pero sin duda trascendente queda vibrando en nuestra conciencia, ofreciendo quizá una oscura clave que permitirá empezar a construir la respuesta que explique la incomprensible y poliédrica naturaleza de Benarés.


[1] Las jatis son una de las dos formas de estructuración social (la otra, de mayor rango, son las varnas) que en occidente, de forma genérica y con grandes dosis de incomprensión, denominamos “castas”, utilizando este término portugués con el que empezó a emborronarse esta compleja realidad desde las primeras colonias comerciales. Las jatis podrían, con matices, asimilarse a los gremios de la Europa medieval, aunque tienen un componente espiritual y kármico importante.

[2] Cabría estudiar urbanísticamente si acaso un motivo no menor de la disfuncionalidad de Benarés podría radicar en que su polo cordial es lineal (el rio) y absolutamente periférico, ya que la ribera urbana es la frontera con el puro campo. La ciudad histórica y por homotecia la moderna, tiene forma de empanadilla y su borde interior es el Ganges, que solo una fortaleza medieval se atrevió a cruzar para instalarse, como cabeza de puente, en la otra ribera.

21.4.11

notas de marrakech




Al menos dos fuentes en MRRKCH, que yo conozca, siguen el esquema tipológico del boceto: La fuente se encuentra bajo un arco y tejaroz, llenando una pila de dimensiones considerables y con un espacio vestibular; alineada a un lado, una loggia de tres vanos, detrás de arcos pesados, conformando una especie de mercado específico, quizás dedicado a un fin relacionado con la presencia de agua. Habría que investigar. Las dos que conozco están junto a sendas mezquitas. La más famosa es la Fuente Mouassine, quizá la más importante de la ciudad. La otra, en la Arset Aouzal, junto a la mezquita Bab Dukkala.

Algunas fotos de este viaje se pueden ver en:
http://www.facebook.com/media/set/fbx/?set=a.10150122428274708.300432.830399707


PALACIO EL BAHIA.

Tiene la peculiaridad de tratarse ya de un claro ejercicio de historicismo, comenzando en la 2ª mitad del s. XIX. A esto hay que hacerle dos observaciones: 1º es curioso el historicismo en sus propias claves, sin pasar por los filtros mudéjares a los que estamos acostumbrados o a los de cualquier otra lectura “orientalizante” europea. 2º ¿podemos hablar propiamente de historicismo con la carga semántica que cobra en Europa o es que sencillamente estos señores seguían haciendo la arquitectura que les parecía apropiada al uso en cuestión, introduciendo las variaciones que creyeron oportunas, pero sin sombra de conciencia “revival” sencillamente

porque nunca habían dejado de hacer lo mismo? Tiendo a sospechar algo así, aunque me falta documentarlo, pero tengo la impresión de que estamos de nuevo ante una categoría eurocéntrica, que no es universalizable.

Los elementos más claramente exógenos son las carpinterías de cristal en grandes ventanales, dando de las alcobas a los patios, o los lucernarios en los salones, si bien perforados con la prudencia de cubrirlos con linternas. Al menos ciertas cosas tienen aspecto de deberse a la intervención francesa de 1912.

Sin embargo, gran número de intervenciones son innegablemente genuinas, poniendo de manifiesto su origen e integración en el medio cultural de manera natural (sobre todo en la tipología) sin interpretaciones foráneas.


28.2.11

de la enfermedad y la muerte en el mundo...

Un amigo me ha contado una anécdota que pide mármol.
Aún no sé que se me ocurrirá al respecto, pero las sugerencias son muchas y aquí ofrezco el caso, para las mentes despiertas.
Como es sabido, el insigne arquitecto Rafael Moneo fue profesor invitado en Harvard durante un tiempo. En su primera lección magistral se enfrentó a la expectante aula magna, abarrotada por universitarios deseosos de escucharlo, anunciando que en esa sesión iba a hablar "about the sickness and the dead in the world". Corrian los turbulentos años '80 y el SIDA golpeaba la sensibilidad americana, por lo que una sorpresa expectante traspasó al auditorio, ante la profundidad de la propuesta.
Conforme la lección avanzó los asistentes, entre defraudados y aliviados, fueron comprobando que el tema de la lección era "about the thickness and the depth in the wall", mucho menos sorprendente y más pertinente quizá.
Ser un arquitecto célebre no garantiza un perfecto acento inglés, desde luego, y la comunicación entre hablantes de distintas lenguas da lugar a muchos malos entendidos, pero este es de los más memorables que recuerdo, por su improbabilidad y sutileza.

2.9.10

ENERGÍA RENOVABLE EN UN ENTORNO PATRIMONIAL. LA CIUDAD HISTÓRICA VIVA.


Post publicado en el blog de "La Ciudad Viva" el Lunes, 28 de Junio de 2010

“De aquí se deducirá que la forma y el tamaño de nuestras ciudades dependerá en gran manera de la cantidad de energía que una sociedad tiene a su disposición”.

Vitrubio, Los diez libros de la arquitectura. Libro V

Otro día más voy de la mano de los acontecimientos y aprovecho una reseña para introducir una reflexión general.

La cuestión es la de la aparición de los elementos captadores de energías renovables en nuestros centros históricos con valor patrimonial. En este tema se unen al menos dos factores determinantes en el fenómeno urbano: por un lado, la necesidad de producir masivamente energía de origen renovable para que la ciudad, y la sociedad en general, sean viables; por otro, la memoria colectiva reflejada en la materialidad de la herencia edificada y la necesidad de su preservación para transmitirla a las generaciones futuras.

La ocasión que sirve para traer a colación esta cuestión, se dio el pasado miércoles 23, en El Castaño del Robledo, pueblo de la Sierra de Aracena, donde la Agencia Andaluza de la Energía convocó una jornada para reflexionar sobre la incorporación de energías renovables en entornos históricos y patrimoniales. Los destinatarios de la jornada eran fundamentalmente técnicos y responsables de las administraciones potencialmente implicadas en la cuestión, en el ámbito de Andalucía Occidental. Fundamentalmente responsables del patrimonio, de energía y los ayuntamientos. Fui invitado a hablar, después de los representantes de las distintas administraciones, sobre la integración arquitectónica de los sistemas de energías renovables y en particular del caso de la integración patrimonial.

Allí se escenificó con bastante fidelidad la situación actual, con los distintos puntos de vista sobre el tema, teñidos casi siempre de intereses lícitos y posturas ideológicas sobre la sostenibilidad o el patrimonio.

Por un lado, los que piensan que la ciudad histórica se debe preservar lo más inmaculadamente posible, liberándola de nuevas injerencias, que bastantes tiene ya; desde esta posición se entienden las EERR como una nueva amenaza a la imagen de la ciudad patrimonial, blandiendo como principal argumento el concepto de paisaje patrimonial y asumiendo, desde luego, que el valor supremo de esta ciudad es visual, su imagen.

Por otro lado, aquéllos que ponen por delante la necesidad colectiva e incluso el derecho individual de los ciudadanos a contar con este modo de energía necesaria para el conjunto y conveniente para el usuario, de forma que se garantice una producción energética junto al punto de consumo, evitando el transporte de energía, lo que multiplica la eficiencia de la captación-producción diseminada.

No voy a desgranar los argumentos de una y otra postura que, por justificados, no dejan de ser previsibles. A pesar de que en un alarde de cortesía, durante la jornada todos los implicados se deshacían en comprensión hacia la visión opuesta, lo cierto es que se están desarrollando planes de protección de los cascos históricos que, en la práctica, están haciendo imposible la colocación de captadores solares en esos barrios, como reconocían varios alcaldes. Y lo cierto es que el concepto de paisaje patrimonial (según la Convención de Florencia de 2000) está extendiendo la limitación a zonas cada vez más extensas, que en poblaciones pequeñas pueden abarcarlas en su totalidad.

Quiero centrarme en las ideas operativas que pueden hacer viable la reconciliación de estos dos intereses lícitos de la ciudad y los ciudadanos: el derecho al respeto de su memoria y el derecho a hacer viable la sostenibilidad urbana. A riesgo de parecer parcial diré que sin este último derecho (sin la integración de EERR en la ciudad toda) sencillamente no habrá ciudad que proteger, porque el fenómeno urbano será inviable y se estará avanzando por la conocida senda de la museificación, a base de suprimir resortes de consolidación, como lo es el de la energética.

La premisa esencial, para que la integración sea posible, es que no podemos operar con juicios a priori ni con generalizaciones. Cada caso tendrá su estudio particular y tendremos que determinar qué es exactamente lo que vemos, cuánto se ve y desde dónde se ve. Con este análisis objetivo previo habrá que determinar, cuantitativamente y cualitativamente, si la situación es asumible o no. Porque la experiencia y la verificación científica nos enseñan que lo que vemos, con frecuencia, dista mucho de ser lo que creemos ver y que, con igual frecuencia, estamos aplicando prejuicios ante determinados elementos (como los paneles solares) que no se corresponden con su realidad, sino exclusivamente con una reiteradamente mala ubicación.

Por que es cierto que hay multitud de ejemplos de pésima integración de los captadores, que han hecho cundir una comprensible prudencia en los legisladores de la protección del patrimonio. Pero no se puede entender la mala aplicación de un sistema como si fuese su única posibilidad. En esta mala fama hemos colaborado especialmente los arquitectos, con nuestra tozuda negativa a comprender que los elementos de producción de EERR son un elemento más de composición arquitectónica, que hay que integrar en el diseño; también los instaladores al ofrecer pocas posibilidades de las muchas que el mercado hace posibles y, como no, las administraciones que han incumplido con el deber de vigilancia en estos aspectos.

Pero también es cierto que el número de elementos no integrados que podemos contemplar en cualquier entorno patrimonial es abrumador. Sencillamente lo que sucede es que esa tarea de integración la realiza nuestro cerebro, reagrupando datos en una conocida operación de recomposición del campo visivo, en la que elimina multitud de disonancias. Así que la cuestión no es tan sencilla ni podemos revestirnos de inquisidores porque lo cierto es que el aspecto de la ciudad es más complejo de lo que creemos y los entornos que nos podemos permitir museificar son quizá no debieran ser tantos.

Pero la integración arquitectónica de las EERR es perfectamente posible con los sistemas de que disponemos. Hablo de integración, no de camuflaje o invisibilidad, milagros no se hacen. Un captador en sí es una superficie de vidrio rectangular. Eso, visualmente, es lo que llamamos ventana, o lucernario, según su posición. Así que bastaría con elegir el tamaño y paramento adecuado para su disposición, concebida correctamente en el diseño arquitectónico. Y no hablo sólo de la arquitectura que reivindica el lenguaje contemporáneo, entre la que ya estamos acostumbrados a que la integración de EERR ha dado lugar a multitud de ejemplos de simbiosis enriquecedoras. En la rehabilitación y en la integración de arquitecturas en centros históricos, se puede contar con equipos que resuelvan perfectamente la cuestión en su posición, incluso contando con su visibilidad, que no tiene por qué diferir de la de una buhardilla o elemento similar.

Termino este fragmento, que sólo apunta hacia la cuestión, proponiendo que se trata de que empecemos a reconocer a los captadores solares como un elemento más del lenguaje arquitectónico y, por tanto, su presencia será natural en cualquier arquitectura. El ejercicio de integración de los mismos no difiere del ejercicio de integración de mil elementos contemporáneos que acompañan a la arquitectura que hacemos y la natural aceptación de su presencia vendrá del ejercicio positivo de todos los participantes en el proceso, técnicos y responsables, puesto que la erradicación de las EERR de la ciudad histórica supone un golpe a sus posibilidades de consolidad una vida urbana real y con futuro.

REFERENCIAS:

- Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía. [http://www.todalaley.com/mostrarLey2306p1tn.htm] Y, en partícular, el Art. 19 que habla de Contaminación visual o perceptiva.

- Plan Andaluz de Sostenibilidad Energénica 2007-2013 (Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, JA) [www.osman.es/.../articulo_plan_and_sostenibilidad_energetica_7-13.pdf]

- Cañavate et al: “La incorporación de la energía solar al proyecto arquitectónico”. Agencia Andaluza de la Energía. 2009

12.8.10

HORTUS CONCLUSUS


Estoy pasando una de las mejores vacaciones que recuerdo. Sólo con mi mujer y sustancialmente encerrados en una casa con jardín. El sitio no es indiferente a la calidad del tiempo del que disfrutamos. Pero descrito simplemente no explicaría su virtud.

La casa es la rehabilitación y ampliación de lo que seguramente sería un antiguo puesto ferroviario. Pegada al trazado de una antigua vía, hoy convertida en una espontánea “vía verde” y a la explanada que ocupó una ya inexistente estación de ferrocarril. Se encuentra en una ladera con escasa construcción, a las afueras de Privas, en la comarca francesa de Ardèche. Cuenta con una parcela mediana, no más de 600 m2, convertida en un jardín. Dicho así no parece nada especial y, desde luego, las condiciones de partida no lo son, cualquiera de las casas que se ven en el entorno parece tan agradable como vulgar. ¿Qué la hace especial?

La casa en sí es acertada. Lleva a cabo un buen criterio de ampliación: la casa antigua le da carácter y la zona ampliada (una construcción en madera contemporánea y correcta) le da especialidad y amplitud. El resultado es cómodo, vividero y acogedor, luminoso y rico en espacios distintos.

Pero la auténtica clave está en el jardín y la relación de la parcela con el espacio circundante. Es un jardín cerrado. Se ha renunciado intencionadamente a las vistas, a la relación con el exterior y se ha construido un paraíso interior, el yenat de los musulmanes, el hortus conclusus occidental, lo que siempre han intentado lograr los grandes jardines. Hay gran cantidad de vegetación frondosísima, sabia y bellamente dispuesta, en aparente desorden silvestre, hay relieve, hay agua y su sonido, hay color, sombra, una enorme jaula que permite un pequeño corral con gallo que nos recuerda la ficción del tiempo y alguna otra fauna que da compañía (tres gatos, un periquito y un loro hablador, aunque en francés); la casa, pegada a una medianera de la parcela trapezoidal, ordena el espacio libre en tres jardines que crean zonas de estar claramente diferenciadas y que transmiten sensaciones distintas.

La vegetación logra agotar la mirada en su límite, constituir el único paisaje de la casa. Paisaje privado, planificado, cuidado en todos sus detalles. Su apariencia silvestre evita el cansancio que produce la limitada belleza que es capaz de conferir el orden humano. El resultado es un entorno virtualmente infinito y desconocido, en el que basta no pretender penetrar para que mantenga su virtud.

Todo ello transfiere una sensación de paz, de acogimiento, de haber llegado, que ha transformado nuestros planes de vacaciones en una sucesión de momentos atemporales dedicados a leer, dormir, tomar el té como se debe, reposar la mirada sin objetivo en cualquier rincón, escuchar la lluvia (que en un paraíso particular es tu propia lluvia), disfrutar de esta intimidad o decidir en qué bodega comprar vino y con qué queso tomárselo.

En estas casas que uno habita temporalmente y de forma un poco aleatoria, fruto del intercambio, se descubren virtudes inesperadas de sitios que no hubiésemos buscado intencionadamente. Es una lección de vida y de arquitectura aprender con la experiencia cómo te cambia la actitud y hasta los planes un lugar que te llena, aunque si le lo hubiesen descrito detalladamente nunca lo hubieses elegido como lugar de vacaciones.

El contenido de la casa merecerá otra reseña.

4.4.10

ECOSOFÍA PARA LA TRANSICIÓN URBANA

Instalación urbana. Toronto 2oo9.

Esta entrada podría considerarse el post-prólogo de una serie que reflexionará sobre la cuestión que planteamos. En ella se propone que debemos considerar una perspectiva integradora de la ciudad contemporánea y futura, que dé respuesta unitaria a los problemas, a través de soluciones orgánicas; ya que soluciones sectarias y parciales, provocarían problemas “río abajo”, en el desarrollo de las mismas, derivadas de posibles incompatibilidades.

La clave para pensar estas soluciones la encontramos en el concepto de “ecosofía”, que aúna las aproximaciones al devenir del hombre y/en su medio, bajo un punto de vista encaminado a compatibilizar las acciones por la sostenibilidad, entendida como un proceso transicional hacia un escenario sustancialmente distinto al que nos ofrece el paradigma de consumo bajo el que vivimos, basado en recursos virtualmente ilimitados y sumideros que, mágicamente, no tienen fondo.

Por otro lado, no menos importante, afirmamos que la ciudad histórica es modelo válido y fuente de información e inspiración para este desarrollo integrador, evolutivo y sostenible.

Los términos que manejaremos en esta y sucesivas entradas los encontramos brevemente descritos y encuadrados en mi entrada anterior en este mismo blog, “PALABRAS MÁGICAS”.

Planteamiento

Entre la condición cambiante y problemática que presenta la ciudad contemporánea de la sociedad occidental, detectamos dos retos fundamentales: en primer lugar, su adaptación a los nuevos modos de habitar que la sociedad actual está demandando, a causa de los cambios en el paisaje humano y en las relaciones sociales; en segundo lugar, su sostenibilidad desde el punto de vista ecológico, como construido físico, en los términos que plantea el reto de la transición a una nueva estructura global de recursos.

La cultura dominante nos ofrece un modelo de vida. Esa vida se desarrolla en una serie de escenarios planificados para albergarla: unos tipos de ciudad y arquitectura determinados. Pero ese modelo es sólo una posibilidad, por más que intenten convencernos de que es la mejor, por no decir la única. Es evidente que hay otras formas de vida que responden a parámetros culturales distintos. Si otras vidas son posibles, ¿requieren escenarios distintos? y ¿hasta qué punto la naturaleza de esos escenarios influye en la vida que podemos desarrollar en ellos? O dicho de otra forma ¿cuánto puede influir la arquitectura en la vida que llevamos? y también, para proponer un cambio en nuestras vidas, ¿necesitamos cambiar nuestras casas, nuestra ciudad?.

Por otro lado, un nuevo y descomunal reto se plantea ante nuestras sociedades, nuestra civilización: el reto de la sostenibilidad. Nuestras ciudades, el hábitat construido que nos damos a nosotros mismos, no puede perpetuarse tal y como lo conocemos hasta ahora mucho más tiempo. Es más, la misma supervivencia de la especie humana en el planeta, parece amenazada precisamente por los parámetros con los que se ha desarrollado ese hábitat.

La coincidencia en el tiempo y en el espacio de estas dos cuestiones (nuevas formas de vida y necesidad de cambiar las estructuras urbanas y arquitectónicas hacia la sostenibilidad), deben poder sugerirnos una línea de reflexión. En este sentido, pretendemos una aproximación “ecosófica”, según el término de Guattari, en la que se encuentren de forma natural y sinérgica, las tendencias y necesidades sociales con las prioridades ecológicas que constituyen el nuevo paradigma cultural.

Vamos a intentar desarrollar algunas ideas sobre estas cuestiones, aunque no se garantizan respuestas universales, lo que diferencia a la investigación y la reflexión de la publicidad.

Hace muchos miles de años el hombre pensó que podía mejorar las condiciones que le ofrecía la caverna o el reparo del bosque, modificándolas a su conveniencia, y comenzó a labrarse un refugio, urdido por su propio ingenio. Desde ese momento, en el que tenemos derecho a pensar que nació la Arquitectura, los edificios que el hombre ha construido para su uso han condicionado las formas de vida, las actividades que en ellos se han desarrollado. Otro tanto, por extensión y acumulación, podemos decir de la ciudad.

Este condicionamiento que nuestro medio físico nos impone, era de alguna forma la recíproca inevitable al hecho esencial de la arquitectura: cambiar las condiciones que nos venían dadas por el entorno. Si se modificaban unas determinadas condiciones era para crear otras, perseguidas por los que ideaban el edificio. Esas eran, a la postre, las condiciones que determinaban el uso para los ocupantes.

Probablemente, los parámetros que la arquitectura pretendía y podía modificar en los orígenes se limitaron al bienestar: mejorar la temperatura, proteger de las inclemencias meteorológicas, proporcionar seguridad... Este listado ha ido aumentando conforme la civilización ha ido incrementando y haciendo más complejo el catálogo de los parámetros que la componen, susceptibles de ser determinados, expresados, controlados por la arquitectura.

Así podemos resumir que el medio construido (edificios y ciudad) es un compendio de objetividad y semántica, condiciones físicas e información, cuya estructura y materialización vienen estudiados y definidos por las disciplinas que producen dicho medio (arquitectura y urbanismo).

Los hombres, desde el individuo hasta las más complejas sociedades, se han servido de estas disciplinas para modificar las condiciones físicas y transmitir información a través de sus obras. Esta intención primaria es común a quien construye un establo para proteger a su ganado y a quienes deciden levantar una mezquita para orar y al tiempo dejar clara la importancia de su religión en la jerarquía social. Los medios y naturaleza de las intenciones son, evidentemente, muy distintos, pero comparten un conocimiento y gesto esencial común: con la arquitectura modificaremos las condiciones del medio.

Hasta aquí sólo se ha enunciado una obviedad: que la forma, materiales y disposición de los edificios y la ciudad condicionan la vida de sus usuarios. Pero convenía detenernos en el origen de este hecho que de tan evidente con frecuencia olvidan legisladores, encargantes, proyectistas y usuarios, porque es el que sostiene las ideas que seguirán en sucesivas entradas.

27.3.10

PALABRAS MÁGICAS (una reflexión terminológica).



Ecología, bioclimatismo, desarrollo sostenible, sostenibilidad, permacultura, ecosofía, cambio climático, decrecimiento, transición, resilencia...

El pensamiento ecológico vive un momento de redefinición en la parte más interesante y más problemática que le toca plantearse.
La ecología contemporánea tiene varias fuentes reconocidas y algunas sospechadas, que no vamos a analizar aquí, pero que abarcan desde el sentimiento religioso de las deidades naturales hasta el instinto de supervivencia como especie surgido en las sucesivas crisis de recursos que se hicieron patentes en el último tercio del pasado siglo.

No en vano se reconoce la crisis del petróleo de 1974 como el gran hito histórico que proyecta el nacimiento del ecologismo contemporáneo; osea, que nos pusimos las pilas cuando vimos que la fiesta se podía acabar. No es una imagen muy altruista del ser humano como especie, pero es lo que hay. Pensándolo un poco mejor, tampoco hay por que analizarlo desde un punto de vista ético. Somos una especie movida por un instinto de supervivencia colectivo (1).

En aquel entonces, el conservacionismo en estado puro, al grito de "¡salvad las ballenas!" tuvo su momento de gloria, que en lo que toca al hábitat humano fue el momento de las casas solares, la época heroica de la arquitectura pasiva californiana. De entonces acá el discurso se ha hecho complejo más allá de lo previsible, enriqueciéndose en matices, por un lado, pero complicándose y llenándose de más incógnitas que soluciones por otro.

En el reconocimiento de esa situación queremos posicionarnos, plantar los pies, para mirar y pensar con algo de calma, proponiendo la colección de aportaciones que seguirán a ésta durante las próximas semanas.

Una pléyade de términos han ido jalonando el pensamiento, creando referencias en el camino a las que agarrarse o, al menos, respecto a las cuales situarse. El "desarrollo sostenible" intentó una visión económica de la sociedad humana que hiciese compatible elstatu quo del desarrollismo que sustenta la estructura capitalista de plusvalías con el mantenimiento de los recursos, entendiendo el planeta completo como un recurso complejo (2). En ese momento intelectual sigue instalada la clase política y productiva y, desde luego, todos los modelos de crecimiento urbano y de arquitectónico que hablan sistemáticamente de "eficiencia", osea: minimizar un daño para obtener un resultado, pero sin cuestionar la necesidad del daño.

Entonces, las evidencias cuantificables hicieron aflorar el rubor en las mentes menos ávidas, que comenzaron a dejar caer la primera mitad del sintagma, para hablar de "sostenibilidad" a secas, sin aspirar seriamente a reproponer el desarrollo. En este punto la cuestión de los países que hasta ahora, eufemísticamente, denominábamos "en vías de desarrollo", entraba en una crisis irresuelta, que ha dado la cara en todas las cumbres y reflexiones sobre el reparto de responsabilidad ecológica.

En medio de este ensayo de definición, Felix Guattari acuña un término afortunado, que acrisola una línea de pensamiento extendida y emergente, comprensiva con la complejidad de la situación, que no se resolvería desde la tecnocracia del reparto de consumos y emisiones. La "ecosofía" se define como una articulación eco-política de lo que llama "tres registros ecológicos": el medio ambiente, las relaciones sociales y la subjetividad del individuo. Esta línea, que ha corrido siempre paralela a la compresión reduccionista de los que se empeñan en considerar la cuestión como un problema de porcentajes, ha aflorado en comprensiones más inclusivas, sociales y de responsabilidad civil.

Pero una bandera volvió a simplificar el perfil del enemigo, el cambio climático y la reducción de emisiones se convirtieron en religión con su concilio de Kioto. Un nuevo objetivo simple tranquilizaba conciencias y marcaba la ruta hasta para el más modesto concejal de aldea. Ha sido necesario el fracaso, hasta en los objetivos menos ambiciosos, para volver a poner de manifiesto la irreductible diversidad del problema ambiental, la situación a la que nos referíamos al principio de este artículo.

La cuestión, en efecto, ha dejado de tener un diagnóstico ni mucho menos una solución evidente. En esta situación, son muchas las voces agrupadas al concepto de "decrecimiento", que plantean como la única opción viable reducir los estándares productivos de nuestras sociedades para ser sostenibles. Ethel Baraona ha planteado con lucidez la cuestión recientemente en este mismo blog. Pero aún en esta convicción subyace el concepto de sostenibilidad, es decir, moderar las entradas y salidas del sistema para que sea estable. ¿Qué sucede si el sistema, en virtud de la variación radical de las variables, es definitivamente inestable? En esa hipótesis se sitúan los que, como Rob Hopskins, ecólogo y formador, están construyendo e intentando aplicar el principio de "Respuesta de Transición" (http://www.transitionnetwork.org/) o lo que ya se conoce como la idea de "transicionalidad", que evoluciona desde el fundamento de la sostenibilidad hacia una respuesta basada en la responsabilidad y la creatividad, considerando el mundo de sobreabundancia energética e irresponsabilidad ambiental en el que hemos vivido como un paréntesis aislado en la historia, del que debemos pensar como salir lo más indemnes posibles. El concepto subyacente que se maneje es enormemente valioso y es el de "resilencia"(3), aplicado ya en varios campos de la física y la biología, y que vendría a ser la capacidad de los sistemas para responder a los impactos externos a su estructura. La estructura es el modelo de desarrollo que hemos alimentado y que hemos consentido que se convierta en propietario de nuestra supervivencia; el ataque, claramente, el agotamiento de sus fuentes y la quiebra de sus sumideros.

Estamos pues ante un panorama de incertidumbres y, en última instancia, con la capacidad de nuestra sociedad para imaginar respuestas como única herramienta para hacer posible un futuro digno de ese nombre. Sobre las formas de ese futuro y los caminos que nos conducen a él seguiremos reflexionando.

© benito sánchez-montañés macías, 2010.

NOTAS:

(1) Otro análisis interesante es el de hasta qué punto ese instinto de supervivencia padece inercias que cambian muy despacio. Depredar también nos viene del instinto de supervivencia y la supervivencia es uno de los fenómenos más "conservadores" (sensu stricto) que hay en la naturaleza.

(2) Su última y más cómica degeneración fue la de algún politicastro que manipuló los sufijos hasta conseguir hablar del "desarrollo sostenido" como el epítome de la ecología.

(3) O "resiliencia" según los tratados, aunque esta forma es más impronunciable.

REFERENCIAS:

Felix Guattari, "Las tres ecologías". Pre-Textos 1990. (Ampliamente difundido en la web).

Ethel Baraona Pohl, "Arquitectura y Termodinámica, el Arte de Decrecer". La ciudad Viva / Blog.

Rob Hopskins, "La transición hacia un mundo sin petroleo". TED Talks 2009: http://bit.ly/bEWrVP

15.3.10

sobre geografía

Recopila Alberto Manguel, en una lúcida recensión del libro "Lejos de dónde" (Cozarinsky 2009) un par de citas que invitan a la reflexión geográfica. Copio:

"Cuenta Northrop Frye que un viajero en el norte de Canadá, desorientado por la vastedad del Ártico, se vuelve hacia su guía inuit y exclama: "¡Estamos perdidos!". El guía, sorprendido, le contesta: "¿Perdidos? No estamos perdidos: estamos acá".

A este sentimiento de hogareña ubicuidad, que cuestiona nuestra capacidad para reconocer referencias en parajes que nos resultan ajenos, Edgardo Cozarinsky contrapone la noción contraria. Un muchacho judío decide dejar su mísera aldea en Galitzia o Besarabia, y su madre llora sin consuelo: "Hijo mío, ¿por qué te vas tan lejos?". "¿Lejos?", dice el hijo. "¿Lejos de dónde?".

La distancia relativa respecto a un origen de referencia se revela aquí directamente proporcional al vínculo emotivo que nos une a ese origen. El "dónde" no pertenece a la geografía, sino a la memoria. Me ha recordado a una afirmación en el extremo opuesto de la identificación con el lugar, la archiconocida respuesta de Rafael El Gallo que, llegado en barco a Vigo de una gira americana, se empeñaba en salir inmediatamente en coche para Sevilla. Fue interpelado por uno de sus mozos que le pidió que descansasen una noche en el lugar, argumentando el cansancio acumulado y que Sevilla estaba muy lejos. Ahí el maestro dio un respingo, paró el reloj, templó y mandando sentenció la frase que ha quedado para el mármol: "Sevilla está donde tiene que estar. Lo que está lejos es esto."

No tengo mucho más que aportar de momento, pero la recensión me ha inquietado lo bastante como para dejarla transcrita aquí. Espero comentarios.

7.3.10

EL PALMAR -un debate (REAL) sobre el modelo de desarrollo asociado al turismo-

El Palmar en Google Maps 2010

Soy Benito Sánchez-Montañés y éste es mi primer post para La Ciudad Viva. Sólo por la cortesía de la presentación, diré que soy arquitecto y me ocupo de la relación entre la arquitectura y el medio ambiente, sobre lo que imparto clases e investigo en la Universidad de Sevilla.

En esta primera entrada quiero dejar constancia de un debate ciudadano concreto que se está viviendo en este momento sobre el futuro de la playa gaditana de El Palmar. Debate sobre su modelo de desarrollo urbano vinculado al turismo.

Antecedentes:

Simplificando mucho, para no ocupar el post completo, El Palmar es un asentamiento ilegal (“difuso”, en la jerga), perteneciente al municipio de Vejer de la Frontera, que está en proceso de legalización mediante un Plan Especial de Reforma Interior (PERI). Este enclave, para quien no lo conozca, se encuentra en una playa paradisíaca, uno de los parajes más intactos y bellos de todo el litoral español, cuya protección es objetivo de muchos grupos desde hace tiempo.

El poblado de El Palmar tiene todos los inconvenientes de un asentamiento ilegal, fundamentalmente la falta de servicios, pero para quien frecuenta esa playa tiene el relativo encanto de su baja intensidad, dispersión e informalidad, que lo aleja radicalmente de la percepción de cualquier población o urbanización de costa más consolidada.

En este momento, en el que se plantea la materialización de su consolidación y desarrollo, se podría hablar mucho sobre el modelo elegido en general y, en particular, sobre los parámetros ecológicos que se han tenido en cuenta. Pero en cualquier caso, considerando el lugar, un parámetro que parecería indiscutible es el de no ocupar más suelo del que ya está ocupado, minimizando la presencia de las construcciones en el paraje natural.

Dunas en El Palmar. Foto de Facebook.

Sin embargo, el Ayuntamiento ha planteado la urbanización de una nueva zona, la conocida como Malcucaña, con una superficie de 260.800 m2, para un desarrollo hotelero de 700 habitaciones,que se concreta en el Plan Parcial (PP) SAU-5.

Hasta aquí nada nuevo ni sorprendente, bueno quizá sorprenda que haya aún Ayuntamientos apostando por este modelo de desarrollo, pero de eso hablaremos más adelante.

La reacción:

Lo que sí es más nuevo e interesante es la reacción ciudadana y los medios que ha elegido para manifestarse: Un grupo de ciudadanos ha promovido en facebook la movilización contra este proyecto hotelero, a través de dos plataformas en este medio: el grupo “PLATAFORMA CIUDADANA CONTRA EL MACROPROYECTO HOTELERO EN EL PALMAR” (http://bit.ly/9r18Oe) y el perfil “SALVAR EL PALMAR”, (http://bit.ly/cLhHQM). Ambas plataformas suman más de 50.000 seguidores y esto es lo realmente inédito, el movimiento contra un proyecto urbanístico que se genera en la red, integrado por personas de procedencia y condición extremadamente diversa, desde vecinos, a visitantes ocasionales de procedencia remota, pasando por teóricos de la ecología, movidos todos por un sentimiento de reacción contra una iniciativa que consideran descabellada, no en función de intereses personales sino de una convicción cívica. Este modelo de participación remota por una causa común ya merecería una reflexión, en la que no me voy a detener, pero sugiero un vistazo al concepto de TRIBU contemporánea, como lo plantea Seth Godin (http://bit.ly/1IAKN)

En este marco, la Plataforma decide manifestarse en el mundo analógico y los pasados 26 y 27 de febrero tuvo lugar una jornada informativa en El Palmar. Fui invitado a participar con una charla, que devino en mesa redonda por el interés de diversos grupos de participar en el encuentro, lo que comprimió la agenda notablemente.

Momento de las Jornadas Informativas. Foto Cristóbal.

Mi intervención, que pretendía ser técnica, justificaba la importancia de que una infraestructura turística cumpla con determinados parámetros ecológicos para que la actividad turística que acoge se pueda considerar “sostenible” (palabreja sobre la que volveré en un próximo post). Desde este punto de vista, la consideración integral del territorio y no agotar el recurso suelo serían premisas elementales para que el turismo en esa zona sea inocuo o incluso beneficioso para el lugar.

El planteamiento que pretenda defender que un proyecto así puede ser sostenible tiene un problema de enfoque, de tamaño del campo de estudio; porque no se trata de si, “muros adentro” la actividad es ecológica, sino de si lo es abarcando el conjunto del lugar en el que se enclava. Con frecuencia este desenfoque no es inocente, claro, sino una hábil elección que permite una justificación espuria. Hay que considerar que este caso no es el de un frente de costa cualquiera. Por desgracia la costa española se ha saturado de construcción hasta un extremo en el que arenales vírgenes de esta naturaleza son una excepción sobre la que opera el principio de escasez y, por tanto, su protección integral es un prioridad ecológica que, además debe entenderse como una oportunidad, como motor de desarrollo local en virtud del valor que tiene todo lo escaso (en la misma jornada, Juan Clavero, de Ecologistas en Acción, se preguntaba muy gráficamente si para Granada es más valiosa La Alhambra conservada de lo que lo sería su solar para una promoción inmobiliaria). Podéis encontrar una interesante reflexión sobre la obsolescencia del modelo turístico de sol y playa que hasta ahora teníamos en: http://www.juanferrer.es/wordpress/?p=617, en el que con claridad se pone de manifiesto que “el modelo alojativo extrahotelero (de servicios mínimos… como los nodos de una red) es el óptimo para impulsar una ciudad turística en red“. Con este principio podemos afirmar que un desarrollo turístico difuso, integrado en el poblado de El Palmar ayudaría a su desarrollo diferenciado, duradero (sostenible, osea) y de menor impacto.

No hay que olvidar en este debate que la propia Junta de Andalucía, en el Informe de Sostenibilidad del año 2005 decía: “el sector turístico es el que está haciendo mayor presión y daño al entorno natural, sobre todo en el litoral” de cuyos datos se deducía que incluso desde una perspectiva económica se refleja su ineficiencia ecológica, los datos de ese informe reflejan que en el periodo 1996-2003 el valor añadido bruto del sector turístico creció un 29% a costa de incrementar el consumo de agua un 128% y la generación de residuos un 162%, una descripción rotunda de qué quiere decir insostenibilidad de un modelo.

En medio de todo esta reflexión manifestada en las jornadas, el representante municipal se justificó con argumentos como que si no urbanizaban esa zona, no podían controlar la parcelación ilegal, o que no había suelo para equipamientos en el poblado del palmar (hay unas 300 casas en 200 Has) o que si no se recalificaba y urbanizaba suelo no se podía pagar los equipamientos (de un PERI distinto)… No entro a calificar estas opiniones, cada cual puede hacerlo libremente; para más precisión la mesa redonda está grabada y es un documento interesante para hacer una reflexión sobre la aproximación de algunas administraciones al desarrollo litoral.

Participación vecinal en las Jornadas. Foto Cristóbal.

Para concluir, dejo un mensaje del foro de debate de la Plataforma, en el que un vecino ha expresado de manera insuperable, en primera persona, qué supone un modelo de crecimiento integrado socialmente; lo podéis encontrar en este vínculo: http://bit.ly/c4bQIg

La reflexión y la participación siguen abiertas, para quien quiera sumarse.

© benito sánchez-montañés macías, 2010


ALGUNAS REFERENCIAS:

- Blog de Alberto Almansa, periodista:

http://albertoalmansa.wordpress.com/2010/02/26/trabajo-y-desarrollo-urbanizar-el-palmar-2/

- Folleto Informativo de la Plataforma:

http://issuu.com/cleanoceanproject/docs/pelp

- Presentación de la Plataforma ante los vecinos de El Palmar: http://bit.ly/c0eeVL

- La Voz Digital. Noticia sobre la Jornada del 28 de Febrero: http://bit.ly/aiaOdQ

- Sánchez-Montañés Macías, Benito: “Fundamentos arquitectónicos para un turismo sostenible”, Ed. Artefacto C.C.C. Sevilla 2009.