según algún diccionario: colección de inscripciones recuperadas en fragmentos de lápidas de época clásica.

28.5.11

manual operativo para indignarse con futuro

estamos indignados.
muchos.
y los acontecimientos públicos recientes han sido una muestra, pero sólo una, de ello.
¿y ahora qué?
se reclama una democracia real, lo que es una muy noble aspiración de un pueblo. y somos multitud los que creemos que es una aspiración realmente pendiente, que nuestra partitocracia instrumental al servicio de grupos de intereses espurios está lejos de ser una democracia real. en realidad creo que nadie que no esté cobrando de un partido o espere hacerlo pronto dirá que vivimos en una democracia real.
volvemos al pálpito social, al llamado movimiento 15-M.
¿qué está pasando y, sobre todo, qué podría pasar?
la toma de las plazas ha sido una de las cosas más emocionantes de los últimos tiempos. y lo ha sido por variopinta, espontánea, ciudadana y auténtica. no lo ha sido por la presencia de antisistemas de plantilla, ni por la aparición de famosillos en busca de foto o de políticos en caída libre intentando rentabilizar la cosa. eso ha sido lo peor. pero ver a un ama de casa con el carrito de la compra y un cabreo considerable daba un aire de esperanza a lo que estaba pasando.
las elecciones han sido un hito en el movimiento y, de otra forma, también han expresado la indignación de los españoles. aunque son dos fenómenos distintos y los indignados han manifestado insistentemente su rechazo al bipartidismo, la necesidad celular de extirpar al PSOE ha llevado a mucha gente de la plaza, directamente, a votar al PP, con frecuencia tapándose la nariz y después ya veremos.
el caso es que han dejado una sensación de ¿y ahora qué?
y me parece que se están equivocando. la plaza es un punto necesario de atención y un símbolo, pero corremos el riesgo de que esto se quede en un movimiento callejero marginal y puntual, y eso no es la democracia real, sino el reino del perroflautismo ilustrado, que puede acabar copando el movimiento y dejándolo en anécdota, con su momento de carga policial incluido, que da mucho juego en el feisbu y en la charlita mientras se pasa la litrona.
la democracia real requiere organización e instrumentos representativos a los que pueda acceder una mayoría de la población. estoy hablando de un consejo significativo de ilustres independientes dispuestos a dar la cara, de un foro amplio y público de debate y propuesta, de leyes de representación y de internet.
podemos vernos, sí, un domingo al mes para mantener viva la llama y reclamar presencia ciudadana y mediática, pero de ahí no saldrá una democracia real, sino de canales efectivos de representación. ¿dónde están los manifestantes informáticos, que no han implementado ya una plataforma de votación on-line, sobre propuestas que puedan hacer grupos de ciudadanos que se organicen, así mismo, en la propia plataforma? sobra software y práctica en la red, como ha demostrado la organización y difusión del evento. y para los abuelos sin internet, centros cívicos espontáneos, carpas con ordenadores, lo que haga falta...
la cuestión es tan evidente, que si no llega a organizarse por esta vía caerá sobre los promotores del 15-M la sospecha de que su objetivo no era una democracia real. pero especular sobre cual podría ser es otra cuestión.
quizá ningún otro momento de la democracia española (europea) ha sido tan propicio para que un cambio sustancial se opere, modificando radicalmente los canales de poder realmente popular. ese simple cambio instrumental es el que acabaría desestructurando el sistema actual, que ninguna otra barricada ha conseguido ni conseguirá desestabilizar. si no se aprovecha esta ocasión tendremos que plantearnos seriamente nuestro derecho a ser un pueblo que gobierna su destino o si, por el contrario, estamos en las manos que nos merecemos, que íntimamente deseamos.

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